Minuto Cotilla

María Teresa Campos pone punto y final al culebrón de su vida

Este sábado en Telecinco, la veterana comunicadora ofreció una entrevista que al principio parecía poco amigable, pero a medida que pasaban los minutos se ponía interesante. Jorge Javier Vázquez, en mi humilde opinión, no estuvo a la altura y recibió por parte de la periodista una buena lección de profesionalidad, empezando por que María Teresa tuvo el valor de decirle lo que nadie ha sido capaz en todos estos años de decirle a la cara al presentador, incluso lo llamó Gilipoll*s. Algo que muchos piensan por lo bajini pero que nadie fue capaz de decirle a la cara, con la elegancia que la Campos lo espetó.

La contundencia respecto a su historia con Bigote Arrocet, dejó muy claro el futuro de su vida sentimental y el cómo la presentadora consiguió recomponer las piezas de un puzzle que a priori daba la sensación de que no sería fácil de encajar. Sus hijas cada vez lían más el ovillo y la pobre mujer siempre correcta y sin pronunciarse hasta este sábado en el que se manifestó en la cadena de Vasile.

Me da la sensación de que ha callado muchas bocas, incluidas las de sus dos pupilas, que hasta el momento han facturado a costa de su madre y su relación vendiendo todas las miserias a costa de quién sea y no dejando títere con cabeza. Pero bueno, aquí quién tiene importancia es la “matriarca Campos” y no estas dos vividoras de su apellido y del trabajo de su madre.

La veterana presentadora, dio una clase magistral de profesionalidad y de saber comportarse, algo que ya le gustaría a muchos “maestros de todo y aprendices de nada”. Es admirable su trayectoria profesional lo que se tendría que valorar en vez de su vida personal. Pero cierto es, que cuando te pones en el foco y hablas, los programas pobres de contenido, van a aprovechar la ocasión para despellejar y sacar puntilla a cualquier palabra que acaba convirtiéndose en carnaza de más horas y horas para rellenar los programas de cotilleo: que si la venta de su casa, que si Bigote intentó intermediar para ganarse un dinero a su costa, que si se ha llevado cosas que no le corresponden.

Con esta famosa entrevista, en la que al principio amenazó con abandonar el plató con un cabreo bastante monumental, me hizo recordar a la famosa frase de Paco Umbral de: “yo he venido a hablar de mi libro”, consiguiendo con ella enderezar al presentador llevándolo a este a su terreno, poniendo punto y final a muchas horas de debate televisivo.

En fin, un lío que ha dejado bien claro y en el que ha puesto un punto y final con la elegancia de una gran profesional como es, como una señora con los pies en el suelo y mostrando una sinceridad y una clase que ojalá fuese hereditaria, y sus hijas aprendiesen al menos una mínima parte de su madre, la GRAN MARÍA TERESA CAMPOS.

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