España

La depresión, algo muy serio en donde está en juego la vida

Los personajes populares y conocidos, también son seres humanos con bajadas y subidas, con risas y llantos. Me ha sorprendido gratamente, en un medio al que a veces ataqué en el que una presentadora, María Patiño, se convierte en la mejor terapeuta con Francisco Rivera Pantoja, hijo de un gran torero, Paquirri y de Isabel Pantoja, tonadillera.

Desde bebé, sufrió la carencia de su padre de forma trágica. Los psicólogos somos felices cuando alguien nos desnuda su alma tal y como hizo María con Kiko en ‘Sábado Deluxe’, con una empatía… cosa que algún colaborador en ese mismo programa se dedicó a hablar de chantaje emocional, incluso su propia madre, que nadie duda que lo ame pero a mi modo de ver adopta la actitud más inadecuada.

Su hijo no tiene Covid sino depresión y la comparación con el virus es absurda, a pesar de que el confinamiento influya en un estado apático y ansioso. Una persona con autoestima baja, necesita ser y sentirse la protagonista y decir que lo suyo no es problema sino las víctimas Covid 19, es desafortunadísimo.

Tampoco veo bien eso de recriminar lo que diga en público, porque por ese motivo, ¿acaso no lo dijo en privado? Ponerse en el lugar del otro y escuchar, pero jamás imponer y no permitir. Todo sucede porque sucede y tiene una causa y no es vergonzoso reconocer un problema, al contrario, es el primer paso en un proceso tendente a la recuperación.  Y ayuda, mucha ayuda y comprensión porque está en juego la vida y no es necesario nombrar otra palabra.

El depresivo está apático, sin ganas de arreglo personal e incluso la misma gente le molesta, sólo quiere estar en soledad y encerrado en su propio mundo, haciéndose un ovillo cada vez más grande y enredado. Es necesaria la búsqueda de motivaciones desde lo más sencillo, e ir adaptándose poco a poco. Las personas con dependencias en el pasado, son terreno abonado para una recaída, por ello, es trascendente una terapia cuanto más pronto mejor.

Su madre lo ha educado sola y lo ama, por eso mismo cambiará su actitud, para que este tropiezo en el camino desaparezca. Una depresión no se ayuda con instar a rezar por una sindemia, sino que cada problema es individual y un hijo necesita siempre el apoyo de una madre.

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Publicado por
Pilar Enjamio

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