La respuesta sería: “se recicla, pero no lo suficiente, ni siquiera todo lo que realmente podría reciclarse”. Los gobiernos y ONG gastan más en publicitar lo que debería hacerse, que en hacerlo ellos, o de hacer llegar el dinero a las empresas de reciclaje. Y es que el ecologismo se ha convertido en un negocio PUBLICITARIO para estos dos entes: Gobiernos y ONG, como ya intenté explicar, con datos, en otro artículo.
Tras esa publicación en un debate con Jose L. Rodríguez Salas, que es experto en gestión y tratamiento de residuos en la empresa Inral, me comentó:
“Hay desde algún tiempo una lucha tremenda contra el plástico, con organizadas campañas como la que realiza Greenpeace, la versión de los que estamos en este sector, es sencilla , los plásticos tienen muchos mitos que no son ciertos, pensar que es un negocio redondo es un error, y pensar que algunos se enriquecen a costa de los demás no es cierto, es un modelo de negocio difícil porque evidentemente hacen falta muchos medios para poder realizar un reciclaje realmente efectivo que ayudaría a elevar la tasa de recuperado uno de los objetivos actuales de las políticas medioambientales de Europa en la actual ley andaluza de economía circular que verá la luz en las próximas semanas , el propósito de elevar la tasa de reciclaje es para que plásticos con potencialidad para recuperarlos no lleguen a vertederos, porque implican costes y malas connotaciones insostenibles para cualquier ciudad , cual es el objetivo? la mayoría de plásticos tienen un alto grado de recuperación, cual es el cometido de una empresa de reciclaje de ámbito normalmente privado , recepcionar el plástico se conoce que no es adecuado solo con esto no podemos avanzar, lo que se pretende es dar un paso más y valorizar los residuos convirtiéndolos en recursos , esto sería volver a poner en valor el ciclo de vida útil de un producto y ayudaría a reducir las tasas de plásticos en vertederos, se necesita cambiar el modelo hacia una económica circular. Es decir, podemos cambiar el modelo de gestión de residuos obteniendo una mayor presencia de empresas transformadoras que realmente si completen el proceso de tratamiento, en detrimento de las balas, ya que el propio mercado internacional, donde se realizaba las mayores exportaciones China, cerró sus puertas a la comercialización con lo cual se hace imprescindible un cambio en el modelo de gestión y de tratamiento de residuos.«
Y es que, organizaciones como Greenpeace y los gobiernos autodenominados “ecologistas “o “verdes” han abierto una guerra al plástico, de las únicas formas que conocen: más impuestos y prohibiciones. ¿Pero es realmente efectivo? Hagamos un poco de “abogado del diablo”.
Las principales propiedades del plástico son:
- Maleabilidad: Es muy fácil moldearlo y darle la forma que queramos.
- Aislante eléctrico: Recubrimiento de cables eléctricos, herramientas, enchufes, etc…
- Aislante de sonoro y térmico.
- Resistencia: No se rompe con tanta facilidad como otros elementos.
- Posibilidad e teñirlo de color: Adquiere colores con mucha facilidad.
- Impermeable: No filtra el agua.
- Existen cientos de tipos de plásticos, según su uso:
Aunque existen cientos de tipos de plástico, hay cierto acuerdo para clasificarlos. Así, cada tipo de plástico tiene un símbolo y por él podemos diferenciarlos a simple vista ya que es obligatorio que lo tengan serigrafiado. El origen de estos logos de reciclaje proviene de 1970, cuando se creó el primero de ellos con forma de triángulo. Este símbolo internacional contiene 3 flechas, que significan los 3 pasos del proceso de reciclaje: recogida, proceso mismo de reciclaje y la compra de estos productos ya reciclados.
1. PET o PETE (Polietileno tereftalato)
Es el plástico que protege a la mayoría de los alimentos que compramos en el supermercado. Su producción es barata y su reciclado no tiene un alto coste. En su versión reciclada se puede emplear en muebles, alfombras, fibras textiles, piezas de automóvil y, ocasionalmente, en nuevos envases de alimentos. Hay quien afirma que las botellas con este símbolo solo deben ser usadas una vez, pero las verdaderas razones las veremos más adelante.
2. HDPE (Polietileno de alta densidad)
Su principal ventaja es su resistencia a la corrosión química, de ahí que sea el más popular en los envases de productos de limpieza. No es raro verlo tampoco en envases de leche, zumos, yogur, agua y bolsas de basura o de supermercados. Reciclado se suele utilizar en tubos, botellas de detergentes y limpiadores, muebles de jardín, botes de aceite, etc.
3. V o PVC (Vinílicos o Cloruro de Polivinilo)
No suele usarse con productos de alimentación ya que fácilmente suelta toxinas. Por ello, tiene otros fines. Así, forma parte de tuberías, carreteras o diferentes materiales destinados a la construcción.
4. LDPE (Polietileno de baja densidad)
Este plástico fuerte, flexible y transparente es el principal componente de las bolsas que utilizamos a diario. Permiten transportar la compra con facilidad o, también, se utilizan como bolsas de basura. Debido a su impermeabilidad son excelentes para evitar que la comida o determinadas salsas traspasen la bolsa.
5. PP (Polipropileno)
Es el ideal para envasar productos calientes o el material perfecto para hacer una tartera para que podamos calentarla en el microondas. Esto es posible gracias a que tiene un punto de fusión muy alto.
6. PS (Poliestireno)
Es un plástico con el que debemos tener cuidado ya que, habitualmente, por ser uno de los más baratos, se utiliza en vasos y plásticos de usar y tirar. El inconveniente que presenta, al contrario que el anterior, es que su punto de fusión es muy bajo.
7. Otros
Este símbolo puede hacer referencia a aquellos tipos de plástico que son una mezcla de varios con diferentes propiedades. Siempre que la información sea difusa debemos evitar que entren en contacto con nuestros alimentos o bebidas de manera reiterada o por mucho tiempo.
Necesitamos reducir el consumo de plásticos, reduciendo el coste de fabricarlos que es lo que se conoce como la paradoja de los plásticos atendiendo a los beneficios del recuperado…”
Y es que, si bien hay empresas con mucha “ayuda”, hay otras que se tienen que buscar la vida. Todos pagamos impuestos específicos para el reciclaje y además una tasa de basuras. ¿Dónde va este dinero?
El modelo de negocio de Ecoembes se fundamenta en la obligación legal que tienen las empresas de gestionar los residuos de los envases que ponen en el mercado, financiando su reciclado. La legislación propone cobrar una cantidad o canon en la venta de productos envasados que siempre acaba repercutiendo en el precio que pagan los compradores. Se penaliza al usuario con independencia de que lleve el envase al contenedor adecuado. “Es el denominado sistema integrado de gestión (SIG), y Ecoembes es el SIG para los residuos de envases ligeros”, explica Alberto Vizcaino, consultor de sostenibilidad y gestión ambiental. Es un “monopolio” con directivos conocidos con muy alto sueldo.
El Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), comúnmente conocido como Sistema de Retorno de envases. Podría incentivar al consumidor final (quién termina pagando estos impuestos) que estos se le devuelvan, si llevan los envases a los contendores específicos o hasta locales de recogida donde se les devuelva el dinero pagado de más al comprar sus productos. Esto también facilitaría la recogida a las empresas de reciclaje mas modestas que se quedan fuera del reparto del impuesto del SIG, quedando en clara desventaja. Este sistema, complementario a los SIG actuales, funciona en otras regiones del mundo con gran éxito.
El problema se detecta en varios puntos:
- Falta de incentivo y conciencia social para una clasificación adecuada.
- Faltan medios, a pesar de los altos impuestos, para una recogida selectiva.
- Falta de incentivos fiscales a las empresas pequeñas que reciclan este material.
- Qué gobiernos locales y autonómicos deberían:
- Emplear exclusivamente plástico reciclado en: parques infantiles, bancos en parques y plazas, en medios de vallado y señalización, iluminación.
- Añadir al código de edificación materiales hechos de plástico reciclado para aislamiento térmico y acústico.
- Ayudar a las empresas del reciclaje a recoger todo el material posible y reconocerles el dinero que les corresponde de parte de la tasa de basuras que cobran los ayuntamientos.
Esto no va de colores políticos o ideologías, el reciclaje es necesario si no queremos vivir encima de nuestros propios desechos. Pero tenemos que exigir que el dinero de nuestros impuestos sea efectivo. Menos campañas publicitarias de autobombo y más hechos.
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