A vueltas con La Roja y la reglas

Otra vez nos hemos vuelto a quedar con la miel en los labios, y de nuevo con la misma sensación agridulce que en la Eurocopa. La Roja de Luis Enrique se quedó a un pasito de conquistar la Liga de Naciones ante una Francia a la que le bastó la suerte, las reglas y las individualidades para ganar un título que ha levantado viejos fantasmas de otros tiempos.

En los dos últimos torneos, España parece haber vuelto a aquellos prejuicios de jugar como nunca y perder como siempre, aunque en esta ocasión da más para ilusionar que para llorar. Luis Enrique se la volvió a jugar con Gavi en el medio y una sensación de haber cambiado el esquema para poner un doble pivote físico y dar libertad a los cuatro de arriba. El planteamiento parece lógico ante un centro del campo tan duro como el francés, liderado por un buen partido de Pogba. Mientras tanto, Francia lo depositó todo en el dúo Benzema-Mbappé, lo cual le dio resultado.

Antes de hablar de la polémica vayamos al fútbol. Tras una clarísima ocasion de Francia que dio en el larguero, España aprovechó la velocidad de Oyarzábal para ponerse por delante en el marcador en el minuto 64. Sin embargo, Francia aprovechó una gran transición ofensiva (como de costumbre) para que Benzema marcara un auténtico golazo desde el borde del área penal. Y después, en esos 15 minutos de arreón francés Mbappé volvió a lucirse para marcar el gol que daba la victoria y desatara la polémica.

Siendo serios, solo hubo dos jugadas polémicas, y los árbitros (hay que recalcar que Anthony Taylor es un árbitro bastante bueno) se vieron en una situación complicada. En el primer tiempo, el equipo español reclamó una mano dentro del área francesa. La mano es, pero el jugador estaba de espaldas al balón con el brazo separado del cuerpo. En España, estamos acostumbrados a que esas manos se revisan y se pitan, mientras que en el ámbito internacional se dejan mucho más seguir. Si se unificasen criterios seguro que no habría estos problemas, pero para mí es mano.

El 1-2 es una acción más clara de lo que parece. Lo lógico es que se hubiera sancionado el fuera de juego, pero reglamentariamente el gol es legal. Eric García rechaza el cuero para intentar cortar el pase, pero toca el balón y no es una salvada de un balón que vaya a entrar a gol, sino un pase, por lo que habilita al adversario. Quizás el gran problema es el espíritu de la regla, que hace que el juego quede desvirtuado o que desconcierte a los futbolistas. Es una regla que hay que revisar claramente.

Pero bueno, como dice Lucho, no hay que pensar tanto en esa acción y sí en lo que ilusiona este grupo. Nosotros tenemos grandes perspectivas de futuro, y Luis Enrique el bendito problema de elegir entre 40-50 jugadores de gran nivel que van a dar juego a cada lista.

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