Pasaporte que nos libras de ser responsables

Qué fue de la época en la que nuestra vida transcurría sin sobresaltos. Una época en la que no vivíamos pendientes de la incidencia acumulada, del terror informativo y la manipulación de los medios de comunicación (pagados con nuestro esfuerzo), de los millones de muertos, contagiados y reinfectados.

De aquellas tardes en las que salíamos a tomar un café sin necesitar un pasaporte, (ni que te fueras de viaje a otro país) o, simplemente, ir a un concierto o a comer. Hoy por hoy, todo lo relajante y divertido está supeditado a tener licencia para contagiar como si así fuera menos grave. La diferencia está en que se tiene permiso de los mandatarios para ir contagiando por doquier, ya no se es responsable si se contagia a un familiar, pues tienes el pasaporte que te libra de todo mal, y si -Dios no lo quiera- se contagia alguien, la conciencia se quedará tranquila, pues se hizo todo según las normas socialmente aceptables  y así no se puede pedir responsabilidades.

No se puede pedir responsabilidades porque hemos acatado las reglas, y hemos sido sumisos. Hemos criticado y señalado a los no obedientes y les hemos excluido de la vida social por no comulgar con ese experimento que a veces no es bueno. Ese experimento que a veces causa efectos secundarios, que a veces son fatales…pero no se piden responsabilidades (aún). Ese experimento que ha sido un apartheid, que ha dividido a la población en las reuniones más entrañables del año y ahora divide hasta en el deporte, las naciones toman partido por la libertad o el totalitarismo, se les ha dado de maravilla el tema. Los deportistas están enfermando, hay una epidemia de muertes súbitas, accidentes por salida de la vía, desapariciones en extrañas situaciones, ataques, infartos y paros cardíacos…. ¿Qué tan ciegos estamos o es que cerramos los ojos a ver si no me toca y pasa la guadaña al de al lado?

Así no. No se puede dejar de tener cuidado con las normas de higiene y distancia “por el hecho de estar pinchado”, ¿es que los demás dan lo mismo? “Total, yo ya tengo la pauta completa”. Qué mentecatos los que dicen esto, si se pueden contagiar igual. La única diferencia (según la propaganda oficial) es que será menos grave, tal vez esa sea la razón por la que están cayendo como moscas los vacunados y los medios oficiales lo ocultan. Para muestra, lo que le sucedió al tenista profesional Basilashvili que se vio obligado a abandonar un partido por problemas respiratorios en la ATP Cup de Sídney. Estas noticias no llegan a los medios convencionales.

El peligro no son los no vacunados ya que ellos enseguida notarán que están enfermos. Todo sin dulcificación a través de la vacuna que hace más leves los síntomas. El verdadero peligro es la falta de criterio, el ser parte de la masa, el no querer ser señalado y la pasividad junto a la falta de interés por la información. Eso es lo realmente peligroso, que ni siquiera luchamos.

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