Este año se cumple el 45º aniversario de los Pactos de la Moncloa y coincide con una etapa de las más convulsas de la historia reciente de España. Es por eso que somos muchos los que pedimos que se reediten estos pactos, con responsabilidad y visión de Estado, para tener un proyecto de país sólido y estable.
Hay medidas que son inherentemente políticas y cambian a la par que el gobierno de turno, pero hay otras que deberían permanecer estables independientemente de la Administración que ostente el poder. Me refiero a asuntos como el pacto antiterrorista, el acuerdo sobre el sistema de pensiones o la política exterior de España (que recientemente ha sido modificada a criterio del presidente tomando esta medida por sí y ante sí, sin tan siquiera informar al parlamento, donde reside la soberanía nacional).
Para alcanzar estos acuerdos, conviene huir del dogmatismo ideológico, tener la moderación como principio fundamental y querer ejercer una política de adultos, alejándose de comportamientos autocráticos. No caer en infantilismos. Los populismos tampoco ayudan, y en este país desde el 15-M han proliferado en muy diversas formas. Me limito a expresar que los partidos que se dicen de Estado deberían mirar más al centro y buscar los grandes entendimientos que representan a la mayoría de la sociedad, más que buscar la confrontación estéril sobre asuntos que carecen de relevancia.
Tenemos unos retos mayúsculos y solo podremos superarlos con grandes acuerdos. Es fundamental solucionar el problema del mercado laboral, ya que no hay mejor política social que un empleo para todo el mundo, que repercute en un beneficio colectivo. También hay que tomar medidas urgentes para frenar la inflación y evitar el temido efecto “segunda ola” que todos sabemos cómo de dañina puede ser una inflación permanente para la economía de un país, y el empobrecimiento de sus ciudadanos. Por otra parte, también afrontamos un envejecimiento inevitable de la población y conviene adoptar medidas urgentes.
España tiene que tener clara su vocación europea y atlantista, y seguir estrechando lazos con América Latina que es una de sus principales fortalezas en el tablero geopolítico internacional, amén de reconstruir las relaciones con EEUU y volcarse en la integración europea frente a un gigante como China. Además, tenemos una oportunidad histórica con los fondos “Next Generation” de la U.E. que no podemos desaprovechar. Es la primera vez que nuestro país puede llegar a tiempo a una revolución industrial, y es importante aprovechar al máximo estos fondos para modernizar nuestro país y obtener los mayores beneficios posibles. Confío en que se logre un acuerdo y se invierta el dinero allí donde verdaderamente se necesita.
En definitiva, no dejo de expresar una voluntad, a mi juicio mayoritaria en la sociedad, del retorno de la política por y para adultos. Que se logren estos grandes acuerdos es fundamental para el futuro de nuestro país y que podamos seguir siendo un país de referencia.
Me interesa la historia. A veces escribo.
Be the first to comment