Si tenías trabajo, habías ido a misa, participado en una procesión o, simplemente, confesabas públicamente no ser socialista, corrías el riesgo de que tu integridad peligrara. La escuadrilla del amanecer podría entrar en tu casa y tú ibas a morir. Te iban a robar. Si tenías mujer e hijas, las iban a violar o acabar con su vida igualmente que con los niños pequeños. Miles de personas murieron de esta forma en España. No se sabe, a ciencia cierta, a cuánta gente mataron así.
Funcionó “tan bien” este sistema que poco después se fundó un grupito de “valientes” denominado “Los Linces de la República”. “Las ratas de mierda” quedaba regulero, así que se quedaron con un nombre un poco más sugerente. La escuadrilla del amanecer y Los Linces de la República tenían, como objetivos principales, robar, matar, violar y expoliar a España. Las Milicias Populares de Investigación, otro grupo de asesinos rojos se dedicaba a las mismas “edificantes” actividades. Y, a las acciones de todos estos grupos estaba, íntima y directamente, ligados a Agapito García Tadell, uno de esos ladrones, despiadados y mercenarios miserables que ya no tienen cabida en la “nueva historia de España” y que, todavía, siguen intentando “blanquear” los mismos que renegaron de él, el propio Partido Socialista. Era un cazador.
Agapito era responsable de torturas y muertes de imposible cuantificación, es la definición misma del correcto comunista/socialista; que cuando la cosa se complica, lo que hace es intentar escapar, lo más rápido posible, llevando consigo todo lo que es capaz de acarrear. Y es que sí, amigos, a este señor quienes le denunciaron son sus propios compañeros socialistas, escandalizados por el hecho de que intentara escapar en barco, con maletas, baúles y bultos, llenos de dinero, joyas y oro, procedentes de los robos socialistas a españoles asesinados. El propio partido socialista es quien denuncia a Agapito García ante el Frente Nacional, por intentar escapar después de robar lo que habían robado ellos, previamente. Es decir, en esta ocasión, ladrón que robó a ladrón, no tuvo perdón. Siendo así, este infecto personaje es detenido en Palma, con maletas llenas de joyas, oro y dinero; justo cuando estaba preparándose a embarcar con papeles falsos en los que se declaraba profundamente franquista.
Termina, como no puede ser de otra forma, encarcelado. En el juicio por los crímenes cometidos se documenta que, ya desde el año 1927, había comenzado a denunciar a todos aquellos no cercanos al socialismo y que, ya en el año 1929, había comenzado a encarcelar a personas con el mismo “defectillo”. Una vez condenado, con la esperanza de que su pena no se ejecutara, continuó profiriendo vivas a Franco y declarándose un fervoroso cristiano… después de haber llevado a innumerables curas a la muerte y de haber participado de incontables robos a la Iglesia… Bultos como Agapito García, como Negrín, que todavía es homenajeado; Ortuño, Penabad o Alfonso Laurencic son blanqueados o, directamente, olvidados. Y es que existe en España, desde hace ya bastante tiempo, un negocio enorme que se llama ¨memoria histórica¨.
La memoria histórica es todo lo que se ha decidido hacer, por parte de la izquierda, para cambiar una historia que no les gusta, para que las generaciones venideras, sean personas sin capacidad de pensar y que todos sean rojos, socialistas y comunistas para que, de esta forma, el sistema rojo, socialista y comunista pueda perpetuarse en el poder y se naturalice, sin demasiados aspavientos, la idea de que lo mejor para todos es una dictadura comunista de pensamiento, palabra y obra.
Mientras tanto, seguiremos escuchando, de voces como la del secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, que: “O abreviamos (la historia), o es imposible estudiar todo” … Mis hijos han sido (y son) el principal motivo por el que decidí, un buen día, dar un paso al frente. Y si nosotros no nos preocupamos porque conozcan su propia historia… pobres niños, nuestros niños.
Muchas gracias por este artículo tan necesario. un saludo