España

No, Irene. La pedofilia no es admisible

Asisto perplejo a unas declaraciones de un ministro que, en cualquier país normal, hubiesen significado su cese de inmediato. La señora Irene Montero, adalid de un ministerio de guerra de los sexos, un ministerio que sólo ha servido para crear discordia y confrontación entre la sociedad civil, un ministerio que arrebata derechos fundamentales a todos los hombres de España y que parece empeñado en tener que ordenarnos cómo tenemos que pensar, cómo tenemos que actuar e incluso con quién podemos acostarnos y con quién no. Leninismo en estado puro.

La señora en cuestión vino a decir que una persona, tenga la edad que tenga, está en su derecho de consentir cualquier tipo de relación sexual con la persona que convenga si hay consentimiento. Dicho de otra manera, si un pederasta se pone a las puertas de un colegio a ofrecer caramelos, videojuegos o dinero a tus hijos a cambio de sexo, es completamente lícito y ético permitirlo y ya no como padres, sino como sociedad, renunciamos a proteger la inocencia de lo más sagrado.

La señora en cuestión, con una trayectoria profesional previa a su salto a la política que da risa; de cajera a ministro del Gobierno de España, nos viene a dar lecciones de crianza además de a imponer una moral decadente. Ella, brillante ejemplo del empoderamiento femenino y de la autosuperación, de derribar el techo de cristal con los cuernos que lleva sobre la cabeza. Una señora que ascendió por la vía rápida en política abriendo puertas al ritmo del «macho alfa», ese que presumía de azotar a las mujeres hasta que sangrasen en un chat de WhatsApp, ese mismo que la convirtió en la cornuda de España tras sus affaires con sus asesoras. 

No, señora Montero, usted no va a dar lecciones de moral a nadie. Ni nuestros hijos deben ser corrompidos por sus sucias ideas, ni debemos permitir que unos tarados mentales del mismo calibre que usted puedan arrebatarles su inocencia y desde luego usted es el último escalafón en la escala evolutiva en disposición de decirnos cómo debemos actuar. Usted, que falta el respeto a todas las mujeres que luchan por sus derechos, usted que es un 0 a la izquierda como política, usted que se ha visto superada por el monstruo de personaje que ha construido al frente de su Ministerio de la vergüenza, usted es quien debe dimitir de inmediato y pedir perdón a la sociedad por hacer apología de la pedofilia.

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Publicado por
Antonio Fajardo

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