El feminismo del siglo XXI se ha convertido en el claro ejemplo del que ha pasado, de una necesidad por defender los derechos y la igualdad de la mujer donde anteriormente fueron vulnerados, a otro que se dedica hoy en día a victimizarlas de manera significativa por cada primera noticia que vemos en la televisión.
Y es que, últimamente estamos viendo que con tan sólo ver que en algún delito se implique a alguna mujer, ya es ella y únicamente ella la que lleva la razón, y donde los datos y las pruebas a veces brillan por su ausencia imposibilitando así, la presunción de inocencia del hombre. No obstante, lo peor de todo este asunto no es que la gente crea o no que la mujer sea inocente, sino que haya personas políticas que defiendan tanto la igualdad entre hombres y mujeres y, de primera mano, no analicen ciertos casos con cautela llegando a considerar inocentes a mujeres realmente peligrosas.
Es obvio y hay que dejar constancia de ello, que, aunque la mujer con el paso de los tiempos haya conseguido todos o la mayoría de sus derechos, en nuestro país hoy aún existe la violencia machista e incluso el uso de sus propios hijos para provocarla. El problema está, en que la situación ha llegado un punto que cuando surge el efecto contrario, políticamente se buscan excusas incoherentes para no defender al hombre ante un delito provocado por una mujer. No es el mismo caso como en países de Oriente Medio, donde las mujeres siguen en una lucha continua por alcanzar sus, aunque sea mínimas libertades y derechos, ya que allí siguen siendo totalmente nulos. Entre ellos; Argelia, Libia, Siria, Irak, Egipto o Irán.
Irán, en estos días, ha sido un país de gran enfoque en los medios de comunicación. País que ha conmovido no solo a mujeres del nuestro propio, sino que también a otras de muchas zonas del mundo, tras las múltiples manifestaciones convocadas por mujeres iranies en protestas por el asesinato de Mahsa Amini por no llevar bien puesto el velo.
El asesinato de esta chica por parte de las autoridades religiosas de Irán, ha supuesto una gran revolución de las mujeres iranies. Revolución muy justificada que lleva dando pego casi 11 días. Es impactante que en un país en pleno siglo XXI asesinen a una chica de tan sólo 22 años por el simple hecho de que, ya no es ni siquiera quitarse el velo, no, estamos hablando de no llevarlo bien puesto. Esto es una muestra más de la gran opresión por parte de la obligatoriedad religiosa que llevan estas mujeres en países que por desgracia, (no como en España) no han conseguido el avance que nosotros u otros países.
A través de estas protestas, miles de mujeres no solo se quitaron el velo y lo quemaron, sino que también realizaron otras actuaciones como cortarse el pelo o incluso entonar canticos de un “Bella Ciao” por redes en idioma iraní como significado para poner fin a la represión del gobierno, incluso muchos varones se unieron a en apoyo a las mujeres que se habían manifestado.
Señores, esto es feminismo. Enfrentarse a un duro bloqueo de las libertades que ahogan a la mujer, ver a hombres y mujeres unidos por una causa verdadera e importante por la que hay que luchar para conseguir lo que toda persona merece. Y no, aquí en España no hace falta luchar con la misma destreza y forma que sucede en Irán, porque en nuestro país cualquier mujer puede ser libre legalmente de ir vestida como quiera, de estar con quien quiera, o incluso en trabajar en la mayoría de los sitios que quiera poniendo su esfuerzo y constancia.
Feminismo no es ver a aquellas personas políticas que se unen a las manifestaciones de mujeres o crean leyes sexuales que pretenden sobreestimar su empoderamiento para subestimar la valía del hombre, feminismo son aquellas madres solteras que luchan y trabajan día a día de forma honrada, sin mostrar pena alguna para conseguir una vida digna tanto para ellas como para sus hijos, y educándolos sin la necesidad de tener un hombre a su lado.
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