España

Prostitutas, coca y socialismo

Cualquiera podría pensar que el titular es fruto de la casualidad, de la risa o de una ocurrencia vaga y estéril, pero la gran realidad es que son tres palabras con una conexión prácticamente total. Es de suponer que esta opinión rodeará a la figura del “tito Berni”, pero trataré de ir más allá. El socialismo, esa infame ideología encabezada en nuestro país por el partido más corrupto y criminal de la historia reciente y no tan reciente que, desde hace años, trata de encabezar la lucha contra la prostitución. Sin embargo, son ellos los más promiscuos y casquivanos que, con dinero de dudosa procedencia, tienen preferencia por disfrutar de juergas echados en manos de señoritas que les brinden algo de cariño a cambio de sus sucios ingresos.

No obstante, no caigan ustedes en la tentación de pensar que esto es un caso aislado, porque en ningún caso lo es. Los más jóvenes podemos no lo vivimos, pero podremos encontrar el nombre de Luis Roldán, ese ex director general de la Guardia Civil que, una vez fugado de España, pudo conocerse que era amigo de fiestas de la misma índole que las que le gustaban, supuestamente, al diputado socialista canario Juan Bernardo Fuentes, más conocido como “tito Berni”. Cómo no regocijarse en esas imágenes del exdirector del Instituto Armado tapando sus genitales con un orangután de plástico. Quizás esa imagen explique lo que es el socialismo: reírse del pueblo, disfrutar del pueblo y que pague el pueblo.

La memoria selectiva del infame feminismo que practica el Partido Socialista Obrero Español suele olvidar los hechos que acontecieron durante sus faraónicos gobiernos en la Junta de Andalucía, pero los empresarios y chulos de la noche andaluza seguro que no lo han olvidado. Esas ingentes cantidades de dinero robado a todos los parados que se gastaban los señoritos socialistas por las más cutres carreteras de la comunidad autónoma, en esos locales que, años después, decían querer cerrar por ser humillantes para las mujeres. El relato parecía de una pulcritud extrema, incluso rozando el convencer de su sinceridad, hasta que “tito Berni” nos ha querido recordar que el partido de Pedro Sánchez está podrido hasta las trancas y que ni su feminismo es real.

Como he dicho al inicio de esta columna; prostitutas, coca y socialismo son términos que, les guste o no, estarán ligados para siempre. Sus más de 100 años de historia nos tienen que recordar su romance con el crimen y, por ende, con todo lo que rodea a ese mundo apartado de la moralidad a la que siempre, aunque no sea de forma directa, han renunciado. Cuando nos den lecciones morales y se pongan medallas moradas, recordémosles que bajo sus siglas se han escondido los más vomitivos puteros y criminales de este país.

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