El totalitarismo de la deconstrucción

Cuando las cocinas empezaron a inundarse de todos esos magos del fogón, la magia de los fogones saltó a diferentes ámbitos de la vida. Descubrimos lo que era una “deconstrucción” de Pedro Ximénez o un “trampantojo”, aquello que, pareciendo una cosa, es otra. Todos estos términos fueron ganando protagonismo en el día a día, hasta tal punto que, el eje de todas las políticas que dirigen nuestro país son una deconstrucción de vida y un trampantojo de todo.

Vivimos en una deconstrucción económica como no se ha conocido otra. La migración de la clase media a la clase baja viene originada por la ruina provocada por un estado permanente de mieditis que ha entrado por nuestros oídos como un mosquito de tamaño insignificante que ha anidado y dejado huevos en nuestro cerebro. La deconstrucción de la economía, inducida por los movimientos de izquierda, arrastra al mundo a una ruina total trampolín del cual saltaremos a la piscina de la pobreza más absoluta.

Otros dos tipos de deconstrucciones, los cuales voy a citar a continuación, nos servirán para ver a lo que hemos llegado en esta sociedad. La primera tiene que ver con la deconstrucción medio-ambiental. Con ella el cielo dejó de tener su color, las nubes su pureza y el sol dejó de ser una caricia amable cargada de buena vitamina. Las precipitaciones dejaron de ser moradores de las estaciones para pasar a ser gigantes colosales sin control que arrasan y traen muerte y desolación. Las rayas surcaron los atardeceres y no precisamente para tender puentes de fraternidad, sino para traer contaminación y destrucción.

Por otro lado, se encuentra la deconstrucción social, con esta uno ya no sabe con quién se acuesta y con quien se levanta. No sabe si arropará a su hijo esta noche como David y saldrá mañana de la cama siendo Daniela. Si se da esa circunstancia, nos veremos en la obligación moral de apoyarle desde la infancia. Una idea muy terapéutica puede ser poner un zapato azul y otro rosa para ir a clase y que cada cual entre con el pie según se sienta.

Hemos llegado al siglo XXI, concretamente al año 2023 y vamos avanzando hacia atrás. Poco a poco vamos yendo a menos. Cada vez somos: menos libres, menos sanos, menos sabios, menos humanos, menos espirituales y menos hermanos. En definitiva, esta es la deconstrucción de la especie humana. ¿Están ustedes seguros de que lo van a permitir?

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3 Comments

  1. Claro que sí amigo. Dos ingredientes vitales: UNIÓN E INFORMACIÓN !!

    Las dos están en nuestras manos!!

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