Llevamos ya casi un año desde que se instaló una forma de vida diferente en el mundo, pero más en nuestro país. Y esto es así por ser un país acostumbrado a abrazarse y saludar con dos besos. Nos gusta estar cerca de la gente, salir a la calle, disfrutar de las terrazas, del sol, de la comida… pero el odioso Covid nos ha forzado ha cambiar nuestro estilo de vida, nuestros hábitos.
Con todo, estamos ya recibiendo noticias de que la ansiada vacuna esta cerca, que cada vez queda menos para ser libres, lográndolo en tiempo récord, por lo que el mundo entero está pendiente de los avances de la misma. En este contexto, vemos como empiezan a surgir voces de gente que, ante la tan esperada vacuna, se atrincheran, y dicen NO ha vacunarse.
Pero, ¿Qué esta pasando para que el 40% de la población, según un estudio del CIS, no esté seguro de vacunarse? Y aquí llega el tema, ojo al dato.
Estos resultados fueron compartidos por Alberto Garzón, Ministro de Consumo, acompañando el siguiente mensaje: “Me preocupa mucho que el 40% de la población no esté dispuesta a vacunarse cuando llegue la vacuna contra la Covid19. Es un dato muy alto. La cifra es mayor (54%) entre votantes de extrema derecha, pero el problema está peligrosamente muy extendido en toda la sociedad”.
Llegados a este punto, en primer lugar, me llama mucho la atención que el CIS haga un estudio de cuanta población quiere vacunarse poniéndolo en relación con sus preferencias políticas, como si realmente lo determinante fuera tu ideología política, y más preocupante aún que tengamos un ministro que haga tal lectura de los datos. Es una forma de decir que, si eres de derechas, vas a cometer el error de no vacunarte, para llevarle la contraria al gobierno.
Fijémonos que, en primer lugar, también hay datos muy altos entre votantes de ERC (45,5%) y JxCAT (48,6%), pero nuestro Ministro (por obra y gracia del Sr. Sánchez), ve más importante atacar a los votantes de VOX. Y esto es así ya que también hay votantes de extrema derecha en PP, siendo los votantes del mismo uno de los resultados más bajos, (36,6%). Así las cosas, y con este Gobierno del desgobierno, todavía este Ministro tiene la cara de plantarse en un escenario público (Twitter) y decir que le preocupa que haya gente que no esté segura de querer vacunarse.
Por lo visto no se acuerda (o no le conviene recordarlo) de que este Gobierno ha sido protagonista de las más cuestionables prácticas en un estado Democrático y Europeo. Pero analicemos la situación. En primer lugar, debemos subrayar que tenemos un Gobierno de 23 miembros, 18 ministerios, 4 vicepresidencias, y el Sr. Sánchez como Presidente (con sus
correspondientes equipos y salarios). El más numeroso desde la década de los setenta. Hasta ahí todo bien, si no fuera porque este Gobierno se formó en plena crisis de las pensiones. Un tema del que por lo visto se olvidaron al formar Gobierno.
Desde su investidura, el Gobierno de Pedro Sánchez ha sido criticado por su intromisión en la independencia de la Fiscalía del Estado, por su falta de transparencia, por su falta de objetividad, veracidad y su falta de igualdad, aceptando un populismo extremo. Todos recordamos el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado, quien había ocupado el puesto de Ministra de Justicia desde junio de 2018, nombrada por el PSOE.
Recordemos también el actual archivo de la querella contra el Gobierno, en el que Delgado ha señalado que “Se aplica la Ley desde nuestra óptica”. Pero…¿y desde una óptica objetiva, que es como se debería de aplicar? Igualmente hemos sido testigos de un escandaloso acuerdo entre el Gobierno de España y el de Venezuela, en contra de las ordenes europeas, con el llamado “DelcyGate”. Aún estamos esperando que el Gobierno consiga dar una explicación sensata, pero podemos esperar sentados. Una ruptura de la transparencia, qué, a día de hoy, sigue siendo intolerable.
Y ¿qué me dicen del incidente en la embajada mexicana en Bolivia y los cuatro GEOs españoles?
Por otro lado, es de sobra conocida la fama que tiene el CIS, usado por este gobierno para su propia campaña. Esta circunstancia se confirma cuando la Junta Electoral Central sancionó a Pedro Sánchez por hacer campaña electoral desde la Moncloa. Todo coherencia y sensatez. Además, todos recordamos las polémicas con la Abogacía del Estado, cuando se acuso al Gobierno de Sánchez de meter a esta presión para sus negociaciones con ERC.
No voy a terminar sin antes mencionar al Ministerio de igualdad, y su equipo de mujeres. ¿Para que la Ley de paridad si podemos discriminar a un ciudadano por su sexo? Debo decir que dicho supuesto “feminismo” que defiende la regente de dicho ministerio es, en mi opinión, una farsa, más envuelta en populismo que en una verdadera intención de llegar a una igualdad real. No voy a hablar de las medidas en materia de educación, este tema merece un artículo aparte.
Por último, debemos ser conscientes de que este Gobierno ya empezó mal, desde que Pedro Sánchez pronunció las famosas palabras, en las que defendía que si pactaba con Pablo Iglesias no dormiría por las noches. Esta claro que debe estar realmente cansado y por eso se ha gestionado la alerta sanitaria de una manera caótica…
Llegados a este punto, ni los antecedentes de este Gobierno, ni las actuaciones con la gestión de la pandemia, han sido ejemplares (falta de material sanitario, errores a la hora de conseguir test, sumado a lo tardío de la decisión, contrariedades, y un largo etc). Entonces, ¿Cómo pedir a los ciudadanos que confíen en el criterio de este Gobierno? ¿Cómo convencerles de que con la vacuna sí estarán seguros de que todo saldrá bien?
Y esta es, Sr. Garzón, la verdadera pregunta que debería hacerse. Por suerte, y en aras de hacer reflexionar a la población, cuando llegue la vacuna deberemos estar bien atentos a las recomendaciones de la OMS, porque por suerte, en esta materia, la falta de transparencia de este Gobierno la suplirán este organismo y los medios de comunicación.
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