Español, obedece

Hay muchas noticias que pasan desapercibidas completamente para la mayoría de las personas que basan su información diaria a través de los medios consensuados y progresistas de España. No es posible encontrarlas al abrir ningún informativo televisivo, sucede ya demasiadas veces y además por defecto. ¿Por qué ocurre? Porque no les interesa comunicar aquello que los deja en un lugar que es de todo, menos bueno. Por lo tanto, entiendo que es una excelente idea no dejar pasar lo que la izquierda española nos quiere colar caminando de puntillas.

Hace apenas un par de días, se votó en sesión plenaria de 25 de marzo de 2021, una iniciativa para suscribir la condena al nazismo y comunismo por parte de la Unión Europea. En dicha condena se recoge como denuncia que “los regímenes nazi y comunista cometieron asesinatos en masa, genocidios y deportaciones”, cito textualmente, condenando “en los términos más enérgicos los actos de agresión, los crímenes contra la humanidad y las violaciones masivas de los derechos humanos por los regímenes comunista y nazi”.

Ya os podéis imaginar la actuación del consenso progresista y criminal durante el debate posterior a la propuesta. No se sonrojaron ni un ápice en ensalzar las figuras de algún político comunista presentándolo como un luchador por la libertad. Así, a bocajarro y sin vaselina. Al parecer, no existió Paracuellos en 1936 ni el bombardeo a Cabra entre otros salvajes hechos.

La votación a esta iniciativa de condena al comunismo y nazismo acabó con una votación a favor por los grupos parlamentarios de Coalición Canaria, PP, Cs y Vox, un total de 154 diputados. Y atención a esto por favor, en contra de la condena se situaron; PSOE, UP, ERC, BNG, Compromís, Junts per Catalunya, Más País, EH Bildu, Nueva Canarias, Partido Regionalista de Cantabria y la CUP. Un total de 184 diputados que votaron en contra de condenar las mayores masacres mundiales conocidas y que son una vergüenza para los españoles que condenamos todo tipo de violencia.

Este es el respeto que demuestran los izquierdistas por el Estado de derecho, por la democracia y por la libertad. Y no lo hemos visto en ningún medio. Por el contrario, lo que sí hemos visto, es la penosa situación que han creado en Cataluña al intervenir Ignacio Garriga por primera vez en el parlamento catalán, al que le han despreciado su intervención levantándose del acto y saliendo de la sala, dándose el hecho de que Ignacio es el primer mulato u hombre de color que interviene en dicho estamento.

Pero ¿sabéis quiénes son los que precisamente obraron de forma tan indigna y consensuada? Los mismos que votaban horas antes en contra de condenar el nazismo y comunismo durante la sesión de las Cortes. ¿Y sabéis qué ocurrió cuando Garriga terminó su intervención y volvía a su silla? Que una diputada de ERC tuvo la indecencia de sacarle una esvástica de un régimen que no condena, a un representante de color de un grupo político que sí lo hace. Así juegan, así manipulan, así son los que se arrastran en el fango con tal de conseguir una imagen que les beneficie, aunque sea a costa de incongruencias y faltas a la verdad contrastadas.

Es bochornoso que se señalen a las personas desde grupos políticos con un historial racista y que nadie se queje de alguna manera. En Alemania, el hecho de que un diputado le saque a otro un símbolo tan cruel e ilegal por lo que representa, es automáticamente un delito y una vergüenza para quien lo lleva a cabo. Aquí, en España, resulta cuanto menos curioso que los mismos personajes de Heribert Barrera, que no la condenan, la utilicen recriminando a otros una actitud que se inventan para perjudicar. “El todo vale” del mundo al revés en la política del consenso progresista se acentúa y criminaliza por los que ejecutan actos tan viles, mientras el resto de sus socios, calla y otorga. El continuo aborregamiento hacia las masas es lo único que les preocupa. Español, obedece.