
Con este soneto, exploramos la línea poética satírica que cultivaron con éxito afamados periodistas de opinión como Jaime Campmany o Alfonso Ussía. La opinión seria también que se puede recitar y también admite sonrisas. Es más, muy a menudo las necesita. Esperemos que les guste este experimento.
Los fachas no paráis de criticar
lo que para un podemita es hazaña:
adquirir una casa en la montaña
o disfrutar niñera sin pagar.
De Vallecas había que escapar
a cualquier otro lugar en España.
Nos valía con cualquier artimaña.
Los nuestros, ¡qué fáciles de engañar!
Y si rabiáis de envidia, lo entendemos.
Id a preguntarles. Hacednos caso
y sabréis cómo esa panda de memos
de bandera roja y cierto retraso
ha preferido dejar que robemos
antes que reconocer su fracaso.

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