Una crisis silenciada

Al hilo de los últimos acontecimientos sucedidos en materia de Industria, me gustaría hablar aquí hoy de la crisis de abastecimiento de componentes que viene sucediendo desde el comienzo de la pandemia. Haré alusión en un principio, del claro ejemplo de los chips que no llegan a las cadenas de montajes, detallando en primer lugar a los sectores que en España más están sufriendo las consecuencias de esta crisis.

Según fuentes de la Comisión Europea y del Banco de España, la Industria del caucho y del plástico ostenta un escabroso 53% de las empresas afectadas y un 4,8% del VAB, valor agregado bruto al que no se le añaden los impuestos. La Industria del caucho y del plástico observa sus actividades y beneficios reducidos y al ralentí, mientras siguen manteniendo a sus plantillas de trabajadores y pagando un coste por mantenimiento energético más elevado junto a una subida reciente del SMI. Pero esta situación se ceba con más sectores Industriales. Seguimos con las empresas dedicadas al material y equipo eléctrico, con un 48% y un VAB del 3,6%, automoción 43% y un VAB del 9,2%, productos metálicos un 39% y un VAB del 9,1%, madera y corcho un 35% y un VAB del 1,5% y, por último, informática y electrónica con un 33% y un VAB del 1,3%.

Con este número de empresas que viven esta crisis, no cabe más opción que tener que reconocer que la economía se ralentiza, hecho que en ningún momento ha planteado el irresponsable de Pedro Sánchez dentro de su majestuosa burbuja, ni se molestan en señalar demasiado aquel PP que cuando llega al poder siempre cambia de parecer y se dedica a otros menesteres que no son los que en su día prometió a sus votantes. El frenazo de la economía es clarísimo y cualquier decisión gubernamental que no vaya precedida de una bajada de impuestos para la Industria llegará para complicarla mucho más.

El Banco de España nos lanza varias alertas. Ninguna ha sido escuchada por el PSOE y PP, pero nosotros sí nos vamos a hacer eco de ellas. En primer lugar, alerta de que esta crisis de materias primas, ya que hemos hablado aquí de chips, sin ser estos el único caso, puede disparar la inflación e ir implicando y afectando a otros sectores, tanto primarios, secundarios como terciarios.Y cuando el Banco de España dice que esto puede suceder es porque ya nos encontramos muchos casos donde está pasando. También nos señala el Banco de España que no se espera recuperar el abastecimiento de materias primas en niveles prepándemicos hasta bien entrado el año de 2022. Amigos de Minuto Crucial, la inflación durante este año y el siguiente va a ser algo digno de seguir por sus subidas sin precedentes. Todo esto, por una parte.

Al agravante de la crisis comentada, hay que unirle los datos nada halagüeños que venimos manejando en el proceso de desindustrialización que viene sufriendo España en los últimos años. Sabemos que la industria española ha ido perdiendo peso respecto al resto de sectores de la economía nacional. Y sabemos que un país que crea riqueza depende mayoritariamente de su Industria. En el pasado año 2000, el VAB de la Industria española suponía el 20,6% mientras que, en 2019, tenía una desastrosa cifra del 14,64%,y adelanto que los niveles han seguido reduciéndose durante la pandemia quedando muy lejos del objetivo marcado por Europa del 20% del VAB.

¿Conclusiones? En más de 20 años de gobiernos socialistas y del Partido Popular, la Industria ha sido una de las más perjudicadas. Jamás España conseguirá mejorar sus cifras de paro, de riqueza, del mantenimiento del mal llamado Estado de Bienestar, acudiendo a partidos políticos incapaces de mejorar estas cifras. Nos lo han dejado claro cada vez que han tenido la ocasión. Y lo peor son las consecuencias que venimos a sufrir a causa de ello todos los españoles y, en especial, aquellos que son más vulnerables. Por todas aquellas personas, empresas y autónomos que se encuentran en situaciones difíciles, Vox seguirá siempre enfrente y dando la batalla. Será imposible vencer a la Resistencia.