Será con Vox o no será

Noche de recuento electoral en Castilla y León; llueve, es una de esas lluvias finas que tanto bien hacen al campo, parece premonitorio para lo que está por llegar. La cosecha. Los castellanos y leoneses han hablado. Con su asistencia a las urnas han decidido que un partido político que partía con un solo procurador, en las elecciones de hace casi tres años, sea decisivo para el futuro de unas tierras que fueron abandonadas por los partidos políticos que, durante años, han regado de dinero público a comunidades como Cataluña y el País Vasco con la única intención de no perder el gobierno de España.

Mientras, estas desigualdades se cebaban con comunidades “residuales” olvidadas; donde la agricultura y la ganadería se extinguen, donde los jóvenes no tienen oportunidades para quedarse y donde la despoblación avanza a pasos agigantados. Un treintañero Juan García-Gallardo sin experiencia en el mundo de la política se presenta como candidato por Vox, sin recorrido político, pero con una ilusión desbordante porque intuye que será parte de la historia, pero no de la historia de un partido político sino de la historia de un país que agoniza gobernado por el frente popular de socialistas, comunistas, separatistas y filoterroristas.

Durante toda la campaña han intentado robar la esperanza a unos votantes con convicciones firmes, mediante encuestas que no pretendían predecir los resultados sino influir en las elecciones, los Tezanos de izquierdas y de derechas han jugado de una manera cómplice y corrupta. Porque no son las primeras elecciones en las que la cocina de las empresas demoscópicas funciona a pleno rendimiento en campaña. Vox siempre abajo en las encuestas y, de repente, el día de introducir el voto en las urnas los catalanes, los madrileños y ahora los castellanoleoneses entran en un estado de enajenación transitoria y votan al partido de “extrema derecha”. En Austria, en octubre del pasado año, el presidente tuvo que dimitir, pues se demostró un complot entre empresas demoscópicas y su propio partido para manipular las encuestas y esto es lo que pasa en España campaña tras campaña… El error con VOX siempre es a la baja, o muy baja.

Los castellanoleoneses han decidido que VOX consiga el 17´6% de los votos y es por ello por lo que tienen el derecho y el deber de integrar el futuro Gobierno de Castilla y León. Estamos ante la posibilidad de echar al Sr. Pedro Sánchez y toda esa panda de “Rufianes” de nuestros Gobiernos autonómicos y si dios quiere del gobierno de España… pero parece que el PP prefiere pensarse si pacta con la derecha o con un Partido Socialista que con el único fin de agarrarse a sus poltronas ha pactado hasta con el diablo.

Los complejos del PP pueden pasarles una gran factura y todo provocado por un líder nacional en sus horas más bajas que ha asumido como suyas las políticas de izquierdas y a quien parece asustarle que lo relacionen con un partido que promueve la vida, la propiedad privada, la igualdad real, la industrialización, el campo, el sector primario, el respeto a nuestra historia y a nuestros mayores como garante de futuro, educación en libertad, control migratorio y por encima de todo un futuro para nuestros hijos.

Se acercan días de negociación, donde muchos españoles esperamos que esos más de 200.000 votos se gestionen con responsabilidad, prudencia firmeza y flexibilidad. Nos hemos levantado con la sensación de que los españoles están despertando, que esa lluvia fina que  se da en los días de niebla ha calado y lo que hoy vemos como una gran gesta para vox se convertirá en un gran cambio para España. Cambio del que un Partido Popular actualmente desubicado debiera ser partícipe y promotor. Y al Sr. Pablo Casado y al Sr Teodoro García Egea recordarles una frase de la gran Macarena Olona… que ya en las elecciones andaluzas les advertía que los próximos gobiernos serán con VOX o no serán.