Una Europa en borrador

Si has leído varios de mis artículos deberías saber que me encanta empezarlos en primera persona contando algo sobre mí. Está claro que mucha de la gente que me conoce sabe que me apasionan las relaciones internacionales y que si en algún sitio hay alguna bandera de la Unión Europa allí estoy yo.

Por cultura general, tendemos a relacionar cualquier problema con lo más cercano que tenemos, con todo aquello que se encuentra a nuestro alrededor. Pero la realidad es otra totalmente distinta y es que, ahora más que nunca, somos muy interdependientes y la globalización está cada día más presente en nuestros mercados y en nuestras vidas. Por eso mismo es tan imprescindible empezar a entender que lo que sucede en España no solo depende de España y debemos ir desarrollando los conceptos básicos del mundo actual.

Ahora hablemos de la Unión Europea, que no es lo mismo que Europa, como españoles no somos conscientes de lo importante que es pertenecer a dicha institución  pero otros, como Pedro Sánchez, se piensan que desde Bruselas no se están enterados de su mala gestión , porque gracias a eso nos van a seguir retirando fondos que no llegan a los ciudadanos porque NO se gestionan, y una vez más nos vamos a la cola de los 27, en empleo y crecimiento económico. La UE es un proyecto que nació del conflicto, pero este aún está en borrador. Cuando España entró a esta asociación económica y política el origen de los pilares de la Unión Europea ya se había conformado en el 9 de mayo de 1950 pero España se subió al carro  36 años más tarde. 

Nuestro Gobierno actual tiende a excusarse de todo lo que sucede con los factores externos que suceden alrededor, primero la culpa era de la pandemia y ahora Putin es su principal excusa, pero la realidad es totalmente distinta y es que nuestros vecinos europeos como Portugal, Francia, Italia o incluso Alemania después de haber pasado por unas condiciones bastante similares o incluso peores a las de nuestro país han salido mejor parados, gracias a una mejor gestión. Para concluir debemos recordar lo que ha sucedido recientemente con los fondos Next Generation, una vez más la mala gestión de los gobiernos socialistas sale a la luz y nos deja en vergüenza en Bruselas.