Cultura

Diplodocus: paradoja y curiosidad

Esta semana tengo pensado hablaros sobre la película Diplodocus. ¿El motivo? Porque me resulta curioso que sean los hijos quienes salven o cuiden de la integridad física de sus padres cuando se trata de niños, y no viceversa, como estamos acostumbrados en la sociedad.

Nuestro protagonista es un pequeño y curioso dinosaurio cuyos padres desaparecen en misteriosas circunstancias. El lugar de residencia del mismo es un cómic; sí, tal y como leéis, vive dentro de un cómic dibujado por un artista infravalorado de nombre Ted. El artista, convencido por su editora de que su cómic sobre dinosaurios le está frenando su progresión, decide coger una goma de borrar, lo que provoca que el mundo de Diplodocus comience a ser engullido por la “blancura” del papel. Huyendo de tal situación, nuestro pequeño dinosaurio descubrirá que puede teletransportarse de un cómic a otro. Esto sí que es una aventura, y lo demás son tonterías.

Por el camino, Diplodocus conocerá al torpe mago Hocus Pocus, al estrafalario científico profesor Nervekowsky y a la animosa piloto Entomología. Juntos deciden comenzar una magnífica aventura llena de criaturas fantásticas y lugares asombrosos. Pero, para salvar a los padres de Diplodocus, primero deberán creer en sí mismos y convencer a Ted, el artista, de que dibuje exactamente lo mismo. Además, tendrán que aprender a confiar en su talento.

Aquí tenemos en juego uno de los principales mensajes del filme: la autoestima y la valía propia, que muchas veces resultan ser completas desconocidas. El desconocimiento del poder de nuestras propias mentes puede ayudar a aflorar grandes propósitos, e incluso puede llevar a tomar decisiones que conlleven, tanto metafóricamente como literalmente, jugársela a vida o muerte con el fin de ayudar a un familiar.

Esta película de dibujos animados también nos muestra las debilidades personales, como la torpeza, el ser estrafalario, los estados de ánimo cambiantes… todo muy apropiado para las mentes infantiles aún en desarrollo. También se abordan las inseguridades, que pueden ser borradas con una goma de borrar. Un buen mensaje el que quiere transmitirnos el director de la película, Woltek Wawszcyk, en el que los actores principales son Julian Wanderer, Tadeusz Baranowski y Rachel Butera.

Para terminar con el análisis sobre esta película animada, quiero centrarme en varias cosas: la primera, apelar a la frase: “Para hacer sitio a algo nuevo y bonito, tenemos que distanciarnos del pasado”. La segunda está asociada a ese toque de misterio que produce Diplodocus, un filme para todos los públicos con el que todos os sentiréis nostálgicos por un lado e ilusionados por el otro.

Entradas recientes

Baliza V-16: la linterna mágica del Estado

Resulta que ahora, para ser un conductor responsable, no basta con tener carné, seguro, ITV…

1 día hace

La caballerosidad ha muerto. Descanse en paz

Puede ser que, con la edad, las mujeres nos volvamos más susceptibles a las atenciones…

2 días hace

Sánchez y el CGPJ: ataque a la independencia judicial

Lo que estamos viendo con el Gobierno de Pedro Sánchez y su control sobre el…

2 días hace

El comunismo y sus cánidos de moral relativa

La pasada semana hemos visto cómo la beligerante Irene Montero y su concubina ideológica, Ione…

3 días hace

La IA no es el producto: ERES TÚ

Hay cifras que no encajan, por mucho que las adornen. Mientras todos hablan de inteligencia…

3 días hace

¿Ahora no eres tan valiente?

En la noche de ayer un agente de policía de paisano, y fuera de servicio…

6 días hace