El jueves pasado tuvo lugar en Ferrol, que es mi ciudad natal, un pleno ordinario en el que se aprobó una moción, elevada a pleno por parte de Ferrol en Común que, para quien no lo sepa, son los perroflautas locales y el BNG. Supongo que todo el mundo sabe quiénes son estos últimos, los comunistas parroquiales de Galicia. En esa moción se solicitaba la eliminación de (y abro comillas) “simbología franquista en Ferrol” y, entre esa simbología, solicitan la retirada de honores a don José María González-Llanos.
Como en este país la educación sólo ha quedado para “aprender a pintarse el toto”, como reza una actividad supuestamente cultural publicitada en Soria y, probablemente, sufragada por esos famosos 20.319 millones de Irene Montero; o a hacer sumas y restas con perspectiva de género, me van a permitir que haga un pequeño esbozo de quién fue don José María González-Llanos. Y pido perdón de antemano porque, además de lo que voy a plasmar en estas líneas, don José María fue muchas más cosas.
González-Llanos fue un militar, catedrático e ingeniero, que destacó de una manera muy sobresaliente en su labor empresarial, siendo fundador de la escuela de aprendices de Bazán; que, para quien no lo sepa, fue uno de los principales astilleros de España. Además, fue fundador de dos de las empresas más importantes de la historia de Ferrol y de toda su comarca, Fenya y Astano que, en sus mejores momentos, dieron empleo a más de 10.000 trabajadores.
González-Llanos fue uno de los máximos responsables de que la ingeniería naval española se situara a la cabeza de la mundial, con hitos, por ejemplo, como la botadura del buque “Arteaga”. Se podrían decir muchas cosas sobre este vergonzoso pleno municipal y sobre los personajes que han elevado a votación la retirada de la estatua que hay en la ciudad, dedicada a González-Llanos, además de pretender retirarle también el título de hijo predilecto de la ciudad. Pero yo sólo voy a decir tres.
Primera. pocas personas han hecho más por Ferrol y por toda su comarca. Y esto no es opinión, a lo largo de su vida, González-Llanos fue motor de empleo en la zona e impulsor de formación que benefició y de la que se beneficiaron generaciones enteras de familias, no sólo ferrolanas, sino de toda España. Segunda. Lo único que mueve a esta gentuza es su afán revanchista. es decir, lo de siempre. todo lo que suene a España hay que destruirlo y/u olvidarlo de inmediato. y para eso, además, cuentan con la connivencia del Gobierno central, que ya se encarga de que nuestros niños, por ejemplo, ni siquiera sepan quién fue don José María González-Llanos. Una figura que debería de tener su sitio en los libros de texto de toda España. Eso, si los libros de texto fueran libros de texto (y no manuales de adoctrinamiento comunista) y si España fuera España (y no una feria autonómica).
En definitiva, quieren borrar la historia porque no les gusta cómo fue. pero son tan ignorantes, que lo que están consiguiendo es sentar las bases para que se repita esa misma historia. Revisionismo revanchista, ciego y cobarde. Y tercera. Hace falta ser muy ridículos para elevar a pleno una petición de retirada de simbología franquista, cuando la estatua, en honor de González-Llanos, fue erigida en 1999, a petición de los propios vecinos de Ferrol, que se sentían en deuda con una figura histórica como fue la de don José María. Y, además de estas tres apreciaciones, añadiré una cuarta.
Y es que, de todos los partidos políticos representados en la Corporación Municipal, ninguno, repito, ninguno, votó en contra de la retirada de honores al ferrolano más destacado, en muchos aspectos, de la historia de la ciudad. Sí, estoy diciendo lo que creen que estoy diciendo, el Partido Popular se abstuvo en la votación. ¿Recuerdan aquella votación que se produjo en el Parlamento gallego, que tenía, como intención última, expulsar a la guardia civil de Galicia? Presentada por el BNG. Pues también recibió una abstención inicial del Partido Popular. Y es que se ven las costuras a kilómetros de distancia… Más de lo mismo.
El Partido Popular se pone de perfil en todas y cada una de las ocasiones en las que los separatistas y comunistas tratan de cambiar, poco a poco, la historia de España. Nuestro país tiene, actualmente, demasiados problemas, para que nuestros políticos (por llamarles algo), pagados por todos, se dediquen a cambiar el nombre a las calles y retirar estatuas. Nuestro país tiene, actualmente, demasiados problemas como, por ejemplo, los 400 millones de euros que se derrochan, al año, en cargos de libre designación municipales, en los ayuntamientos de toda España. También en Ferrol.
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