Se terminó el camino del Mundial de Qatar para la selección española, pero se debería de abrir otra vía, con un nuevo seleccionador. Luis Enrique Martínez, en rueda de prensa, después de caer eliminado ante Marruecos, ni sentía ni parecía. El todavía seleccionador de España se sentía orgulloso del grupo de jugadores que él escogió.
El detonante de nuestra derrota está ahí, en los seleccionados y el juego que planteó el propio Luis Enrique. Las posesiones, por mucho que ronden los cinco minutos, no sirven de nada si se reciben goles o directamente si no hay eficacia de cara a la portería.
Contra Costa Rica se jugó bien, no solo por los siete goles, sino porque se aprovechó la dinámica del colectivo además de un juego exquisito de toque que, ante Alemania, desapareció por arte de magia a pesar de no jugar mal contra los germanos.
La cosa cambió contra la selección de Japón, primer aviso, doblegaron a los nuestros y Luis Enrique no lo quiso percibir contra los nipones y que, a su vez, la selección española repitió semejante despropósito que nos acabó condenando hace unos días a la eliminación.
El buen fútbol de España desapareció justo al mismo tiempo que su juego directo. En ese instante aparecieron en escena las dos derrotas, con la única diferencia que, en la segunda, nos marchamos a casa y con las manos vacías, cuando teníamos la oportunidad de enfrentarnos contra selecciones más asequibles… al menos hasta la semifinal.
Luis Enrique es el principal culpable de nuestra eliminación, aunque también lo son los jugadores que fueron seleccionados por su falta de pegada. Si el seleccionador, en vez de centrarse en jugadores del Barcelona o de la Premier League para confeccionar su lista, lo hubiese hecho apuntando hacia los futbolistas que juegan en la Liga Española, quizás el resultado sería otro.
Es una pena que el asturiano se dejara grandes jugadores que pudieron haber aportado al combinado nacional, mucho más que la inmensa mayoría de los que finalmente seleccionó para que viajasen a Qatar. No hace falta dar nombres, quiero dejarlos a la imaginación de mis lectores. Pero lo que sí quiero decir es que, sin lugar a duda, hay que priorizar a la hora de seleccionar, en la liga española en vez de ponerse a inventar posiciones a las cuales los jugadores no están acostumbrados.
La Selección Española justamente ha caído eliminada. Ahora toca un cambio de ciclo que debería de empezar por el cambio de seleccionador. En un mundial es cierto que se puede ganar a cualquier rival, pero hay diferentes formas de perder. España, tanto ante Japón como ante Marruecos, perdió justamente por su falta de pegada.
A Luis Enrique, el papel de seleccionador le vino grande, demasiado diría yo. Su ego abismal pudo ser uno de los detonantes acompañado también el de algunos de sus jugadores. La suma de unos y otros trajo consigo la eliminación de nuestra selección. Llegamos hasta los octavos de final. Ahora tan solo nos quedará por disfrutar los encuentros entre otras selecciones entre las que están varios de nuestros países vecinos.
Be the first to comment