La gente habla mucho del PSOE State of mind, y poco se habla de la Podemian Rhapsody. Esta clase de rapsodia es pura lírica, y el que la entona tiene como único propósito el relato, y un relato que le sea favorable ¡Estaría bueno! Este (o esta) rapsoda es una suerte de miope o presbíope a la carta; ve solo lo que quiere ver.Su conexión con la realidad es débil, pixelaíca. Lo mismo te exige un referéndum para Cataluña, la gran oprimida, que te canta las alabanzas del castrismo y del chavismo. Lo mismo trinca la pasta del iraní HispanTV, que tacha de reaccionario y fundamentalista acá en España a todo aquel que no le haga el caldo gordo en periódicos y teles.
No conoce las soluciones intermedias y es daltónico en lo que a la moral atañe, todo le resulta blanco nieve o negro caviar. Lo mismo pide cárcel para un tiktoker que auspicia la candidatura a alcaldesa de una condenada por homicidio. Lo mismo trata de empurar a un humorista por un chiste que al rato le entra la amnesia en lo que a ETA refiere. Relega a todo ser sintiente con barba y testosterona a la condición de potencial asesino, maltratador o fotopollero. Ve en cada hombre un posible violador, pero al violador lo excarcela ¡Se trata de condenar el abuso y no al abusador! ¡La culpa es de los jueces tardofranquistas y de la disposición transitoria aquella del Código Penal de 1995! ¡Le tienen manía a Irene! ¡Vendo dos entradas para el Primavera Sound! ¡Pintémonos el pubis con acuarelas para derrotar al nazismo!
Le turban y le estomagan a este rapsoda el maltrato animal, la tauromaquia, la ingesta masiva de carne porcina, el gluten y los radicales libres, pero darle matarile a un feto humano se presenta ante sus ojos como un hito en los anales de la conquista de los derechos. Esta clase de poeta, este guerrero de la justicia social, beatifica la pobreza, -no la suya claro, la de los demás- y en esta empresa ha tenido a los mejores maestros, a sus líderes mesiánicos: la Kardashian de Galapagar y su ex consorte, rehenes de su propia política del “haz lo que digo y no lo que hago”.
Han reformulado a Descartes: “Miento luego existo”, porque si no son capaces de mantener una trama ante su público ¿de qué vivirían? Si no invocan cada 48 horas sus profecías del Leviatán del turbocapitalismo y la extrema derecha in extremis franco-pantánica entran en parada cardiorrespiratoria. Nada tan rentable como exagerar un problema o desvirtuar un hecho. Desenterraron a Franco, a José Antonio ¡Qué coño! poco les faltó para desenterrar al Fary, y de seguido trataron de penalizar los piropos, el porno y las miradas lascivas, y con eso quedaba desterrado el mal de esta tierra por siempre jamás. Tildaron de fascistas a toda la oposición, a los jueces, a los empresarios, a la policía e incluso a… ¡Ferreras! Después del hostiazo que se han dado en los últimos comicios solo les quedaba hacer lo mismo con los votantes.
Elaboraron un decálogo, el manual del idílico nacional-progresista, y si no lo suscribes punto por punto serás el apostata, el vendido, el colaboracionista. Este decálogo va desde los micromachismos hasta el Armageddon del cambio climático y se ha de firmar entero. Son como el camello al que le has de comprar su mercancía, solo a él, o te retuerce un brazo. Ya no son ni la izquierda caviar, ni la gauche divine: son la izquierda caniche, tan alejados de la conciencia obrera y del sentir proletario como el que huye de la peste o de la escrófula.
En el preludio de aquel 8-M de 2020, junto a su ex camarada Carmen Calvo, animaban a la muchachada a salir a la calle a repartir ósculos y abrazos porque “les iba la vida en ello”. Seis días después, en mitad de la peor peste conocida por la humanidad en un siglo, condenaban a toda la plebe al arresto domiciliario porque les volvía a ir la vida en ello. Y en estos años han querido acusar de asesinato en masa a otra lideresa de la política ¡Ya no se hace talla de pantalón para semejantes huevazos!
Han sido los precursores de una neo lengua, que de forma genial definió Fernando Díaz-Villanueva como “perroflautés performativo”. Es el politiqués de toda la vida, ese nefando arte de hablar mucho sin llegar a decir nada, pero con una flema que delata que vas puesto de estupefacientes. Solo claman por los derechos estos antifranquistas de anteayer, y nunca por las obligaciones. Olvidaron, o más bien nunca conocieron, la letra de la Internacional: <<Basta ya de tutela odiosa, que la igualdad ley ha de ser, no más deberes sin derechos, ningún derecho sin deber>> ¡Señoras, esto con Lenin no pasaba!
La moderación y el estudio de cuanto les rodea no son su divisa; su divisa es el agravio y el infortunio, pero vive el rapsoda podemio en el error. El dolor, los traumas, las propias cuitas no son una divisa. Incluso el estiércol es una mercancía y tiene su valor, pero no la desdicha. Usted no debe incluir en su currículum vitae que quedó huérfano a temprana edad o que sufre de fibromialgia, porque son sus logros y talentos, no sus penas, lo que le harán destacar en esta puta vida, ya sea usted cojo, tartamudo, sapiosexual o visigodo.
Podemos no ha muerto, lo que murió es el Pablo-Irenismo ¡Podemos vive y la coña sigue! El proyecto –o la falta de- es el mismo, sólo cambia el colorinchi, el logo y, por supuesto, la faraona; Yolanda Díaz, gobernadora de Nueva podemos, reclutadora de los disidentes de su ex patrocinador junto a unas diez formaciones más que recuerdan a lo del ejército de Pancho Villa, los y las cuales, ante la perspectiva del madrugue y el laburo en la empresa privada, han decidido “sumarse” a la nueva santa madre izquierda. Buena estrategia la de la vicepresidenta segunda en las últimas elecciones locales no presentando su propio partido y esperando el desplome de Belarra y Montero. Así se negocia, cuando a tu rival no le queda ni un naipe en el tapete. Al final. Irene, no fue el fascismo quien te dió una patada en el tafanario, fue Yolanda, a la que tu pareja convirtió en ministra y vicegobernadora. Que me disculpen Freddie Mercury y su “Bohemian Rhapsody” desde el cielo, pero es la misma copla: <<So you think you can love me and leave me to die? Oh, baby! Can’t do this to me, baby! Just gotta get out! Just gotta get right outta here!>>
No parece tampoco que termine con Irene el despilfarro si Nueva Podemos renueva matrícula en el próximo gobierno. En su reciente entrevista con Carlos Alsina, Pedro Sánchez reconoció que los ministerios que le entregó a Podemos no eran más que canonjías y cortijos, nada de “ministerios de Estado”, lo que viene a ser gastarse millones de euros del dinero de todos en las más extravagantes putadas con tal de no irritar a su socio de gobierno. Decía Quevedo (no el que versiona con Bizarrap) que “Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho”. La codicia, su codicia, nos ha llevado a esta deuda insostenible. Nuestras necesidades en el futuro, gane quien gane las elecciones del 23J, nos harán recordar este pufo.
En una excelente columna, hace casi tres años Julio Valdeón nos ofrecía un vaticinio y el epitafio adelantado de la podemia pablista: […] Caerán porque ni siquiera dos agapornis concebidos para sepultar todos los principios de la izquierda pueden engañar a todo el mundo sine die. Pero hasta que digan ciao y acompañen al siniestro Monedero como contertulios ricamente pagados les falta por completar el destrozo de las instituciones liberales, la demolición del fair-play y la compra/venta del resto del arsenal puritano y posmo […] Irene y Pablo, Pablo e Irene, se reclaman la Rosa Luxemburgo y el Palmiro Togliatti de la orquesta roja. Más bien son los Bud Spencer y Terence Hill de la progresofobia […]
Seré yo bastante menos elegante que Julio en lo que respecta a la extraña pareja, resucitadores del guerracivilismo, predicadores de la mala baba y maestros en el pastoreo de los resentidos. Largo y cruento ha sido su reinado ¡Váyanse al carajo y empadrónense allí! A muchos de los que fuimos progres-o incluso marxistas- lo de los podemians nos ha parecido marxismo, pero el de Groucho.
Jurista y ensayista
Se van ellos pero quedan sus ideas y muchos las siguen, incluso en el pp