A 12 días de que se produzcan las próximas elecciones generales, la contienda entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo está servida. El debate del lunes fue el único en el que participará el líder del Partido Popular, donde se mostró a un Sánchez nervioso, con constantes interrupciones, recriminaciones y como no, enseñando nuevamente la cara más mendaz del Presidente del gobierno.
Para Sánchez, todos los datos que le mostraba el líder de la oposición eran una falacia continuada. Comenzó manifestando que el crecimiento del empleo en España había aumentado como nunca y que el control sobre la inflación era magnifico respecto a otras economías europeas. Tengamos en cuenta que la tasa subyacente demuestra claramente que España no tiene la inflación más baja de la Unión Europea, incluso seis países tienen una menor inflación que España como son Irlanda (5,4%), Francia (5,3%), Italia (6,1%), Chipre (6,2%), Finlandia (5,9%) y Luxemburgo (5%). La guerra de Ucrania ha sido la excusa reiterativa del señor Sánchez, alegando los efectos lesivos que esta ha tenido sobre los precios. Cuestión que Feijóo le respondía intentando hacerle recapacitar, que el resto de países no habían tenido ninguna dificultad.
Pedro Sánchez como siempre, arrogante. El presidente del Gobierno parece estar por encima del bien y del mal, mostrando que solo él tiene la verdad absoluta y que este país va sobre ruedas desde que representa a los españoles. Todo ello cubierto de continuas pérdidas de control que no dejaban lugar a dudas, quería manejar los tiempos a su modo y forma, incluso los moderadores le llamaron la atención hasta en tres ocasiones por no dejar dar paso a replica alguna a su opositor.
La Deuda pública fue otro de los temas controvertidos de la noche. El presidente se atrevía a verbalizar que estaban reduciéndola, pero Feijóo le respondía indicándole que la deuda española se ha incrementado un 16% sobre el PIB. Por si lo desconocen, España paga 5 millones de euros cada hora solo por los intereses de la deuda pública, pero vamos como una moto.
El partido liderado por Santiago Abascal, estuvo en boca de ambos debatientes durante toda intervención. Incluso, Sánchez recriminó a Feijóo de pactar con un partido machista. Una inculpación ya desgastada por la Izquierda. Vox ha recopilado 12 medidas para combatir la violencia contra la mujer y sus causas, pero determinados medios de comunicación se empeñan en mostrar lo contrario. Aun así me parece indignante el ataque continuado durante todo el debate, teniendo en cuenta que el líder de Vox no tenía cabida en el mismo y no podía defenderse ante tales acusaciones. Ni Pedro Sánchez ni Feijóo estuvieron a la altura, pero menos aun los moderadores Vicente Vallés y Ana Pastor. Las redes ardían ante la falta de imparcialidad y los silencios continuados de ambos, donde los turnos de palabra no se respetaban, y donde los candidatos parecían gestionar sus propios tiempos de intervención.
Por si no fuera poco, la cantidad de mentiras que se vertieron durante las casi dos horas que duró el mismo fueron dignas de Oscar. Feijóo ofrecía a Sánchez una abstención para seguir gobernando para evitar un posible pacto con Vox. El líder del PP, hubiese firmado en directo un documento para que sea envestido con la abstención del otro. Pero se olvidaron en todo momento de los verdaderos problemas de los españoles, no se trató ningún tema sobre la inmigración ilegal, la inseguridad ciudadana, la soberanía de la perdida energética, el plan hidrológico nacional, los abominables y globalistas objetivos de desarrollo sostenibles de la agenda 2030, que ambos partidos tanto PP Y PSOE defienden, ni de los problemas del sector primario, que afectarán de manera catastrófica no solo a los agricultores y ganaderos, sino también a los bolsillos de todos los españoles.
Pero aquí ya no importa nada, parece que nos hemos acostumbrado a escuchar mentiras. Promesas que no llegarán a cumplirse, en definitiva, como si hubiésemos perdido el sentido común. Pero recuerden, el 23-J tienen una oportunidad para cambiar de transporte y si no lo demostramos en las urnas, permítanme que les diga, que ahora sí será demasiado tarde, porque esta moto gripada ya la hemos probado y no nos ha llevado a nuestro destino, no den más rodeos, voten, pero voten bien.
El único voto útil es votar a vox