Si me permitís, el artículo de esta semana voy a hacerlo un poco diferente en comparación con los anteriores que he hecho sobre Tu cara me suena, que, bajo mi punto de vista, es uno de los mejores programas de televisión que hay en la actualidad. Mi intención es hacer una comparativa del formato, de cómo ha ido evolucionando desde la primera edición (2011) hasta la número 12 que es la actual.
Al principio, Tu cara me suena resultó ser un programa de entretenimiento novedoso y bastante vistoso. En las primeras ediciones, el jurado no solo buscaba la parte cómica de una imitación -por ejemplo, la de un famoso imitando de hombre a mujer o incluso el juego que daban participantes como Los Chunguitos-, que estuvieron en la tercera edición del programa. La parte técnica tenía mucha fuerza, viendo cómo la voz era más cercana a los cantantes que se estaban imitando.
Otro ejemplo lo podemos encontrar en la primera edición de Tu cara me suena, cuando el actor y director Santiago Segura cumplía el papel más o menos humorístico, pero que, con el paso del tiempo, pasó a saber imitar mucho mejor a los cantantes que le tocaban. Tanto es así que logró subir a un segundo puesto, algo positivo que considero fue una gran labor del jurado de por aquel entonces. Además, recuerdo cómo el cantante Francisco, siendo un profesional de la canción, no conseguía imitar tan bien.
Y si comparo las primeras ediciones con la actual, actores y humoristas como Goyo Jiménez y Manu Baqueiro, considero que están haciendo unas imitaciones excelentes, incluso para considerarlas claras merecedoras de ganar alguna que otra gala, cosa que no ha sucedido… Y también que cantantes como Yenesi, imitando muy bien a Yurena, anteriormente Tamara, o Ana Guerra, bordando a la cantante Rosana -el primero, el pasado 2 de mayo, y el segundo, el día 9-, ambos, desgraciadamente, tampoco tuvieron los puestos que realmente merecían.
En definitiva, espero que tanto el jurado que participa en Tu cara me suena como el público presente trate de ser lo más justo posible en futuras galas a la hora de votar, ya que lo que se debería priorizar en un programa como este es una buena imitación que, además, no siempre va unida a una buena actuación.
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