El Chinagate

Hace dos semanas escribí sobre la situación mundial que el COVID-19 está generando en la actualidad y las consecuencias socioeconómicas que está teniendo. Hoy me he sentado a analizar las repercusiones que este virus generará a corto plazo en el ordenamiento mundial y todo me lleva a una fecha, el 3 de noviembre de 2020, y a un país, Estados Unidos de América.

Ese día se celebran en EEUU las que serán las quincuagésimo novenas elecciones democráticas de su historia. Pongámonos en el contexto previo, teniendo en cuenta mi opinión anterior y colocando el coronavirus como un arma biológica, usada por el Gobierno comunista de China para conseguir un cambio hacia el nuevo ordenamiento mundial, donde el gigante chino se convertirá en el nuevo líder del planeta, robando la primera posición a los norteamericanos.

Comenzando desde este punto, las elecciones de este año seguro que se verán condicionadas por el efecto de la pandemia en este país, el cual será un factor determinante en el resultado de las mismas. En el momento actual, EEUU se ve duramente golpeado por el efecto demoledor de la pandemia que, con más de 172.000 fallecidos a día de hoy en todo el país, se coloca como epicentro de la pandemia a nivel mundial. La gestión de Donald Trump, como era de esperar, ha sido duramente criticada por todos los Gobiernos de los países instaurados en el progresismo amigo de George Soros y las élites globalistas, que van de la mano del gigante asiático. Cierto es que la pandemia fue gestionada de manera tardía por parte del Gobierno de Trump, dejando que el virus se expandiera de manera exponencial y descontrolada entre toda la población. Para cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde. Esto ha ennegrecido el final de su mandato, una magnífica gestión social y económica durante sus cuatro años en el despacho oval de la Casa Blanca en Washington.

Hasta la llegada de la pandemia a EEUU, Trump había colocado la economía del país en uno de los mejores niveles de su historia. Todos los modelos de predicción coinciden en que, con una economía como la que había hasta la llegada de la pandemia, un presidente es imbatible. Wall Street seguía cerca de máximos históricos, no había presiones inflacionarias y el descomunal déficit público que el presidente ha creado con su bajada de impuestos y su subida del gasto solo será un problema cuando él ya no esté en la Casa Blanca. En mayo de 2019, el país entró en la expansión económica más larga desde que empezaron a medirse los ciclos económicos a mediados del siglo XIX. Otra de las bazas más importantes a favor del líder republicano es su fidelidad a su propio personaje y a su discurso. Trump no ha cambiado, sigue siendo el mismo que cuando anunció su candidatura hace 62 meses.

Continúa oponiéndose a la inmigración ilegal y reduciendo la legal. Ha rechazado el libre comercio, la OTAN, y, en general, a los aliados de EEUU. Le gusta decir en privado a los líderes europeos que «Europa es peor que China» en el comercio y es precisamente aquí donde mi teoría sobre el ataque premeditado de China con el COVID-19 toma más fuerza en su argumento. Si alguien quería un político que no cambie de opinión y al que el poder no le afecte, aquí lo tiene. Ha sido un político de perfil imbatible; jamás ha rechazado una pelea. Ha hecho cosas que en teoría parecían absurdas, pero que en la práctica no lo han sido tanto. Ningún asesor político en su sano juicio aconsejaría a un jefe de Estado y de Gobierno paralizar un país para la construcción de 40 kilómetros de muro en la frontera con México. Nadie pensaría que un presidente estadounidense iba a convertir una cumbre del G-7 en un combate de boxeo contra sus aliados.

Trump lo ha hecho.

Sumemos a todo esto que, a pesar de las duras repercusiones económicas que la pandemia ha traído, en el pasado mes de julio la administración Trump creó 1,8 millones de empleos, haciendo que la tasa de paro bajase hasta el 10,2%.

Y le ha ido bien, le ha ido muy bien. En parte porque con esa actitud enfervoriza, y con razón, a su base, y en parte porque así distrae la atención sobre otras promesas que no tiene la menor intención de llevar a cabo, como subir los impuestos a Wall Street, combatir la drogadicción a los opiáceos que sufre el país, reducir el precio de los fármacos de primera necesidad o reconstruir las desastrosas infraestructuras de la primera potencia mundial. Sumemos a todo esto que, a pesar de las duras repercusiones económicas que la pandemia ha traído, en el pasado mes de julio la administración Trump creó 1,8 millones de empleos, haciendo que la tasa de paro bajase hasta el 10,2%. Estos son datos irrefutables que hacen que las expectativas del partido demócrata, con Joe Biden al frente, de pulverizar a Trump en las próximas elecciones no sean tan claras. Todo está por ver. En el año 2016 los demócratas se alegraron demasiado pronto por un atisbo de victoria, para terminar encajando contra toda expectativa una dura derrota que aún se recuerda y que tardará muchos años en olvidarse en la sede demócrata de la Avenida South Capitol, en Washington.

Lo que está claro es que China quiere quitar a Trump del poder, con el apoyo de todos sus socios progresistas del mundo, que desean ver a EEUU perder la hegemonía mundial, hegemonía que se ha ganado merecidamente a lo largo de su historia.

¿Podemos hablar de un plan perfectamente orquestado, usando un virus como arma para desalojar a Donald Trump de la Casa Blanca? ¿Existe un “Chinagate”? Ahí les dejo esta reflexión para que saquen sus propias conclusiones. La mía es clara y, si tuviese que apostar a día de hoy por el ganador de las próximas elecciones, no dudaría ni un instante en afirmar que será nuevamente Donald Trump. Quizás el último “as bajo la manga” que nadie se espera del presidente, sea la comercialización de la vacuna definitiva contra el COVID-19, días o semanas antes del día electoral. Entonces China, George Soros y todo el partido demócrata se echarían a temblar.

Tiempo al tiempo. Solo queda esperar a que se sucedan los acontecimientos y que el pueblo americano hable en las urnas.

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12 Comments

  1. ¿chinagate? en fin… Donald Trump, es un pésimo presidente, y lo demuestra día a día. Pésima respuesta a la pandemia (más incluso que la de este gobierno) aparte, el incremento de crispación racial, también aparte, las medidas proteccionistas tanto en importaciones, como, en este caso, de suprimir los visados de trabajadores extranjeros no van a llegar a buen puerto para ese país, por mucho empleo (nacional) que hayan creado.

    • Curiosamente los estados que peor han llevado la pandemia son los demócratas, no los republicanos…

      Trump no tiene ninguna culpa de la crispación racial (que ya existía con Obama). Más bien son las izquierdas norteamericanas las que promueven el odio racial, el resentimiento de negros y latinos en pleno 2020 y los levantamientos sociales totalmente absurdos e injustificados.

      Sus medidas proteccionistas han evitado que continúen la deslocalización de empresas y la ruina de muchos campesinos estadounidenses además de no haber traído consigo un alza de los precios ni una crisis económica asociada.

      Trump no es perfecto y su gestión del covid tampoco, pero está siendo un buen presidente (a no ser que consideres que ser un buen presidente es ser un payaso sin fronteras, chavista y que habla en jerga nigga tipo Ocasio Cortez, obviamente en ese caso y desde esa óptica, Trump no es un gran presidente).

      • Es verdad, es como en España, donde peor se ha llevado el coronavirus a sido en la comunidad de Madrid y es del PP, y le culpamos al presidente. Ahí te doy la razón…

        Trump lleva teniendo un mensaje de odio y racial desde el principio, así que si, ha alimentado el odio racial, que ciertos sectores de la izquierda lo han aprovechado, también, pero no me digas que Trump no ha aportado nada, por que no es así, más bien lo contrario.

        Sus medidas proteccionistas lo que han hecho que la asociación de fabricantes (unas 14000 empresas) le hayan colocado una demanda este mes en el estado de California y en el de Washington estén preparando otra, aparte que unas 50 grandes empresas tecnológicas hayan protestado por escrito sobre la medida proteccionista de anular el visado temporal de trabajadores, va hacer que sus «cerebritos» se vayan a la competencia (ya que no pueden entrar al país) dando así pie a la perdida de la «guerra tecnológica». Por cierto, esas medidas han perjudicado mucho a empresas Españolas que exportaban a EEUU, así que ya ves, muy mal para nuestras empresas…

        Y no, no soy de esos que dices, y si, si digo que Trump es un pésimo presidente.

        • ¿Qué entiendes exactamente por discurso de odio racial?
          Hasta donde yo sé él no ha hecho nunca ninguna distinción entre razas. Ha sido más postracial que el propio Obama. Podía sacar a colación que los negros cometen más del 50% de crímenes en USA siendo el 13% de la población y recibiendo toda suerte de prestaciones sociales por el simple hecho de nacer negros, pero no lo ha hecho. Para él todos los ciudadanos norteamericanos son iguales en derechos y libertades. Si Martin Luther king estuviese vivo estaría bastante más cerca de la postura «racial» de Trump que de la del lado izquierdo del partido republicano e incluso la de algunos «centristas» como Hilary y Biden que juegan la cartita racial cada dos por tres para asegurarse ese 95%+ de voto negro (muy triste este sectarismo racial a estas alturas de la vida).

          Luego, mejorar el muro que empezaron a construir los Demócratas en la era Clinton para luchar contra el narcotráfico, la inmigración masiva etc… no veo que tenga nada de malo ni de racista ni odioso, por mucho que los medios progres repitan 288.000 veces la cantinela de que sí. Igual las formas a veces le pierden un poco, pero es que algunos occidentales estamos ya muuuy hartitos del discurso buenista de siempre.

          La anulación del visado temporal está justificada. En unos casos es para evitar la entrada de yihadistas, en otros más recientes para evitar que haya un constante rebrote de casos de covid a lo largo y ancho del país. Porque guste reconocerlo o no, la difusión de la enfermedad tiene que ver con lo interconectado que está el mundo a día de hoy y la falta de medidas de seguridad adoptadas con respecto a China a principios de 2020. Luego también ha eliminado los visados para estudiantes extranjeros que vayan a estudiar en 2020-21 únicamente a través del PC. ¿Para qué quieren realmente acceder a USA si van a estudiar 100% online? Si realmente son estudiantes que vayan a aportar un valor añadido al país no te preocupes que Silicon Valley o el MIT ya se encargarán de ficharlos una vez egresen.

          Que las medidas de Trump nos perjudiquen es nuestro problema, no el de Trump ni el de los ciudadanos estadounidenses. A ver si vamos aprendiendo que un presidente tiene que velar por el interés de SU PAÍS, no por el de terceros.

          Trump ha puesto los puntos sobre las íes a China con respecto a los aranceles unidireccionales y a Europa occidental con respecto a la OTAN, y claro, eso escuece…

    • las chorradas que escribes en cada artículo comentando deberías de sacarlas en YouTube en un canal. Jo majo … socialista a la vista.

      • Pues si son «chorradas» como tú dices, me haces la amabilidad de rebatirlas como hace Jose Camarero y crear un debate sano, y no como haces tu, que si pones chorradas de canal de YouTube y demás. Y jo, majo, soy liberal, nada de socialista, ya veo que tu prespectiva no te deja ver más allá de blanco o negro, de conmigo o contra mi… En fin, así vamos…

    • Todo críticas por tu parte de temas meramente sociales, porque al económico no puedes. Se te ve el plumero… Cuando España tenga un presidente como el Señor Donald Trump y la economia que el ha generado en ese país… no lo verán mis ojos. Apaga la Radio amigo.

      • Pues poco has leído mis comentarios para decir eso… Que por cierto, este segundo trimestre, incluso con todo el empleo que ha creado Trump, ha batido el récord del país en caída del PIB… Es que no apague la radio es que ni la enciendo, mi casa es de economía y mi señora es directora (maneja más millones en su trabajo de que lo verán tus ojos), así que en esta mi casa, política poco, pero económicas un rato y bastante…

    • Hombre, en sus mítines y tuits hay material de sobra… Llamar despectivamente pocahontas a una congresista por su origen indigena, decir a otras que se vayan a su país, que los latinos sólo traen drogas, violacion es y violencia… Hombre, eso yo lo llamo un poco racista… Y mira que soy anticorrección política… Pero hay cosas y cosas.

      Precisamente las grandes de sylicon y el MIT han protestado por la anulación del visado de trabajo temporal, ya que son las grandes perjudicadas. Y en cuanto al proteccionismo, no sólo afecta a los países que exportan allí, si no a ellos, para muestra el tema de aluminio y acero, no tienen capacidad suficiente para producir, y al no importar o al hacerlo con grandes aranceles, pasan dos cosas, que no haya suficiente producto y que se encarezca, como ya está pasando con las bebidas en lata y en los coches, y eso, al que compra, no le gusta, y como no quiere pagar más caro, no lo compra, y al dejar de hacerlo… Bueno, ya sabes como funciona. Así que si, también afecta a los ciudadanos estadounidenses.
      China sólo es comunista sobre el papel, es un gigante capitalista y utilizan los mismo métodos capitalistas que antaño hicimos los europeos y estadounidenses para ser potencias, tienen más medios, mas recursos naturales y ya no hacen «imitaciones baratas», si no productos de gran calidad. Nosotros les enseñamos y vaya que si han aprendido. Y por eso no necesitan ningún virus para joder económicamente al mundo.

  2. No sé quién será el articulista pero supera a muchos de El Mundo, El Pais, etc… al menos nada sus argumentos en datos ciertos. Asi está la prensa en este pais.

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