Irene, lo siento he de decirte que no eres mi referente de mujer a imitar ni tampoco el modelo que quiero para mis hijas.
Creo en la igualdad, pero no en la tuya. Tu ‘Igualdad’ me parece interesada y malintencionada para despojar al hombre de todos los derechos que posee por ley al amparo de la Constitución como español. Creo en la igualdad, pero no en la forma que tienes de premiar a las mujeres sólo por serlo, con cuotas y sin méritos.
Creo en la igualdad de oportunidades, en el trabajo y el esfuerzo constante. En el afán de superación, al igual que también creo en los errores. Sin ellos, no se puede acertar… Creo en la igualdad ante la adversidad, y en la posibilidad de empezar de cero.
Creo en la igualdad de trato a todas las personas, sin distinción. Creo en la igualdad ante la justicia española y en los tribunales iguales para todos, por que la Ley se supone equitativa para todos y no comprendo la utilidad de los juzgados de la mujer. Creo en la igualdad frente a una denuncia, que se presuma tan cierta la palabra de una mujer como la de un hombre.
Creo en la igualdad en los casos de acoso y violación, no importando la raza, el sexo, la religión y la cultura del agresor, sería discriminatorio. Creo en la igualdad independientemente de las preferencias sexuales personales, para mí no tiene trascendencia fuera del ámbito privado.
Creo en la igualdad para utilizar el transporte público. Creo en la igualdad para criar a los hijos. Creo en la igualdad como derecho de los niños a ser educados sin intervención ni adoctrinamiento de género.
Creo en la igualdad del desarrollo personal, demostrando por méritos propios la capacidad y justificando así ostentar un cargo social o político sin ser debido a colocación a dedo por ser consorte de alguien.
Hermana, yo no te creo. Lo siento, tendrás que trabajarlo más, lo de la igualdad no es lo tuyo.
Polifacética ante todo, curiosa, autodidacta, responsable en VOX, fisioterapeuta autónomo de profesión…todo es susceptible de aprendizaje y solo fracasas si no lo intentas.
«Es más importante la dirección que la velocidad»
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