Es difícil despedirse de un amigo, de alguien con quién has compartido buenos momentos, de situaciones especiales, de recuerdos que han labrado experiencias constructivas, gracias a las que creces y evolucionas. Y así solemos vivir cada año la despedida del año que dejamos atrás. No así en este día. La situación provocada por la crisis pandémica junto a las peores decisiones de un Gobierno formado por enemigos de la unidad del propio país y de sus normas, de sus instituciones y hasta de la Jefatura del Estado con un partido que Gobierna sin rumbo y gracias a los empujones que le dan aquellos de los que depende han hecho de España un país mucho peor del que teníamos.
La desestabilizacion del Estado que tanto han anhelado durante décadas los independentistas y los herederos del terrorismo más inhumano y sectario no ha dejado de provocar crisis institucionales, varapalos al poder judicial, al propio Jefe del Estado, el Rey, en forma de decisiones absurdas, de leyes que nunca buscaron proteger al ciudadano sino de descabalgar a las clases económicas del país por la necesidad que tiene un sector muy importante de la izquierda más radical de este país por convertir a todos en pobres… a todos menos a ellos. Así, al más puro estilo bolivariano agilizan sus discursos en pro de ayudar a los más desfavorecidos sin jamás acabar con la pobreza pero presionando a los que más tienen para que dejen de tener tanto.
Todo esto sería propio de un chiste de toma y daca si no fuese porque gran parte de la sociedad actual está sostenida por puestos de trabajo que dependen de esas economías y, si hacemos caer esas economías haremos caer la inversión, la generación de empleo y las nuevas oportunidades, afectando directamente a una reducción del consumo y un aumento de los precios. Toda una bola que sólo da como resultado la pobreza, el aumento de ella y, según sus cálculos, una mayor presión para poder seguir ayudando a los pobres que ellos mismos han creado. Justo lo que está pasando.
Con datos del IPC que superan los seis puntos y una subida estimada en esos presupuestos que la izquierda ha aprobado de las pensiones de tan sólo un 2 por ciento un Gobierno de izquierdas es para que se lo hiciera mirar. Los funcionarios, por su parte, recibirán una salida de tan sólo el 2 por ciento, reduciendo considerablemente su poder adquisitivo en relación a la subida del IPC. Si esto es hacer avanzar un país, mientras presionan a la patronal para que aprueben subidas y más subidas de salarios usted me dirá adónde pretenden que lleguemos.
Otro aspecto importante es el de los autónomos, motor económico del país, sobre el que se ejerce una presión recaudatoria muy superior a la media europea y a años luz de las grandes potencias. La consecuencia de esto no es sino el descenso del número de autónomos y la paralización de contrataciones en este sector ante unas condiciones que no se ven capaces de poder asumir.
Aquellos que defienden que existan manteros que venden mercancías falsificadas y que no pagan impuestos son los mismos que obligan a los demás a pagar muy por encima de sus capacidades y muy por encima del sobreesfuerzo que representa sacar a una empresa adelante hoy en día. Y más aún cuando nos encontramos con un nivel de competitividad más elevado de la Historia reciente, con terceros países de la propia Unión Europea y especialmente con mercados orientales, muy especialmente el Chino. Da la casualidad de China no dejó de comprar deuda española y las condiciones comerciales con este país en concreto aplastan la competitividad. El tema de la deuda española es otro asunto… por las nubes.
Y esto resulta curioso si analizamos lo que defienden los del Gobierno y sus socios y la vulneración de derechos fundamentales que se dan en estos países. Esto me recuerda al entrañable (sírvame el sarcasmo) Iglesias y su relación con Irán, en el que se somete sistemáticamente a las mujeres y se asesina a los homosexuales por serlo. Hipócritas se queda corto y cortos se queda surrealista con quiénes se creen sus palabras y siguen apoyando a aquellos que, habiendo demostrado soberana capacidad de asumir un machismo delirante en su relación con las mujeres llega para exigir, junto a su no preparada mujer, cómo debe comportarse la sociedad ante absolutamente todo.
Nunca en Democracia este país ha sido más esclavo de las imposiciones de comportamiento, de las censuras a medios y profesionales, de los ataques a la libertad de expresión cuando esa libertad ha sido usada contra los intereses de los que gobiernan. Jamás en Democracia este país ha tenido que sufrir tantos escabrosos y bochornosos momentos en los que un Gobierno haya mentido y tanto sobre asuntos tan relevantes como el IVA de las mascarillas o hasta sobre lo que se sabía o no de una pandemia. Nunca un Gobierno fue tan reiteradamente corregido desde Europa de sus falsedades. Nunca hemos hecho tanto el ridículo y nunca habíamos vivido tal grado de cinismo de aquellos que asumen los mayores escándalos en corrupción política y se dedica a señalar a los demás de algo de lo que no son en absoluto ejemplo.
La situación económica comienza a dar signos de agotamiento y las cifras que se observan parecen ser la antesala de una posible enorme catástrofe. Por esta y por otras varias razones sigo pensando que en primavera tendremos elecciones generales. Hoy me enviaron un meme en el que aparece un torero recibiendo a puerta gallola y en la puerta de toriles aparece el año 2.022. El torero, en ese momento, exclama: ¡Que sea lo que Dios quiera!
Abandonamos uno de los peores años de la Historia de nuestro país con un IPC no visto ni sufrido desde hace más de 30 años y lo hacemos con la alegría de que pase, pero nos enfrentamos al máximo riesgo de estar expuestos con pocas garantías a que el que viene sea mucho mejor, al menos en lo económico. Ojalá que, al menos, se acabe esta crisis sanitaria y nos permita salir a las calles a gritar, una vez más, ¡Basta ya! En este país de tuertos visionarios que te describen el presente en 3D… aunque en realidad virtual, por supuesto.
Periodista, Máster en Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos por la Universidad de Granada, CAP por Universidad de Sevilla, Cursos de doctorado en Comunicación por la Universidad de Sevilla y Doctorando en Comunicación en la Universidad de Córdoba.
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