La guerra de las drogas

“Los jefes, los capos, los cárteles no existen, son una invención de la DEA”-Antonio Escohotado. Corría el 17 de septiembre y España se levantaba con el siguiente titular de El Mundo: “Mérida se queda sin policía antidroga. Asuntos Internos detiene a otra policía pnike ispa 270 tata italia air max goaterra 2.0 asu football jersey custom paintball jerseys black friday wig sale custom paintball jerseys yeezy shoes under 1000 pasante kondom yeezy shoes for sale custom jerseys custom sublimated hockey jerseys black friday wig sale air max goaterra 2.0 custom kings jersey or presunta implicación en la red.” Esta noticia hacía alusión a las detenciones por parte de este órgano a la trama de corrupción y narcotráfico en la que supuestamente estuvieron implicados la brigada de estupefacientes de Mérida. Este hecho viene acorde a la Frase de Escohotado sobre la DEA (Administración para el control de las Drogas en EE. UU) y es que, ante el oscurantismo, la ocultación y el tabú, hoy vamos a hablar sobre un tema que me apasiona; las drogas.

Cuando hablamos de drogas rápidamente nuestra mente imagina una raya de cocaína, un pobre fumando crac en un callejón oscuro o un hippie fumando marihuana con sus amigos en el parque. Lo cierto es que las drogas tienen dos vertientes; van más allá de lo que institucionalmente son consideradas “drogas” y es un mercado del que nunca se ha hablado con profundidad porque no conviene.

En primer lugar y hablando de la institución, digo que va más allá porque las drogas más duras y que causan más muertes son las socialmente aceptadas. Hablo del alcohol y el tabaco. En el aspecto más “de mercado” vemos que las drogas son repudiadas y se señalan sus efectos negativos, haciendo hincapié que sí estas se legalizan entraríamos en un problema de salud pública, ¿no tiene ya España un problema de salud pública con el alcohol, los comas etílicos y la cirrosis? Sabemos pues que las drogas legales, las que riegan con impuestos indirectos y directos al Estado de forma descomunal, tienen un lobby que presiona sin cesar para que no se hable del problema del alcohol. Grupo de presión llamado FEBE (Federación Español de Bebidas Espirituosas) y grandes compañías como Marlboro que tampoco sacan a la luz lo perjudicial del tabaco de forma tan plena, sí se destapase, la sociedad clamaría el cierre de las licorerías y estancos.

Pero aquí no os vengo a hablar de prohibicionismo, mantras que arrastraron a la sociedad estadounidense puritana a la Ley Seca, ley que hoy día la vemos como un fracaso estrepitoso. No solo la ley Seca fue un fracaso, sino que también fue un fracaso la guerra de Reagan contra los cárteles, la guerra que tiene la ONU con su comité de estupefacientes o la del reino de España en las fronteras de Andalucía.

Otras drogas, son los ansiolíticos, el diazepam y todas aquellas que se camuflan ante la legalidad como solucionador de problemas ante determinadas cuestiones como la depresión. Por otra parte, hay drogas prohibidas e incluso demonizadas como el cannabis o los opiáceos alucinógenos. Drogas que sí se lograsen estudiar y administrar ante determinados problemas se caería el chollo a determinadas farmacéuticas, puesto que tienen problemas de salud, pero no más que el tranquimazin que tomas porque estás estresado o el jarabe que ingieres porque te duele la garganta.

Tras esta criminalización hay un negocio multimillonario, ya en el libro “Narcoeconomics” el autor nos muestra el gran negocio que existe tras los grandes cárteles y capos, que toda la industria de las drogas funciona como una gran multinacional y hay intereses estatales en el fondo. ¿Acaso en México se persigue de forma fehaciente el tráfico o el propio presidente podría estar implicado?, ¿acaso los clanes en España que controlan la heroína y la marihuana no tienen supervisión política-estatal?

El ejemplo más claro de la reducción de los crímenes directos perpetrados por el narcotráfico es la página de “Silk Road”, un mercado de drogas dónde el consumidor/vendedor tienen contacto directo y no hay que ir a puntos de encuentro, ahorrando así la violencia. No voy a alargar más un tema que da para varios artículos, pero sí haré un inciso en lo que pretendo tras mis líneas y es una profunda reflexión sobre el negocio más lucrativo del planeta, sobre porqué demonizamos una cosa y vivimos con normalidad otra. Podemos entonces hablar de dos conceptos a corto plazo; educación y despenalización.

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*