Asesinato

Pienso que asesinar a alguien es el acto más atroz que puede cometer un ser humano. Y digo “asesinar” para diferenciarlo de “quitar la vida” a alguien, pues puede deberse a homicidio involuntario o a cualquier otro grado de homicidios que la Ley tiene tipificados.

Asesinar es un acto tan absolutamente egoísta y monstruoso, porque se comete por interés y beneficio del asesino. Puede ser por dinero, por venganza, por interés político, véase los movimientos terroristas de cualquier signo, o por propio sadismo repugnante. Cuando se comete ese crimen no solo se acaba con la vida del asesinado, sino que también se malogra el proyecto cósmico de sus posibles descendientes durante generaciones por siempre jamás.

La pena de muerte es muy polémica en las sociedades “civilizadas”. Una vez leí en algún sitio, que ciertas religiones consideraban ésta como un verdadero acto de compasión para el reo; lo justifican diciendo que el pecado cometido por el criminal le cerraba las puertas del Cielo para la eternidad. Por tanto, si pagaba con su propia vida Dios le acogería en su seno.

Yo, la verdad, no tengo claro el asunto, porque hay veces que ves que alguien ha cometido algo tan atroz que tu visceralidad te pide que se acabe con el individuo vía sumarísima y, sin embargo, otras veces piensas: ¿Por qué matar “legalmente” a alguien, si yo creo en la capacidad de verdadero arrepentimiento y quizá esa persona evolucione espiritualmente cumpliendo su condena?

Eso sí, trabajando ocho horas diarias en un taller de la cárcel para, primero: pagar su manutención, segundo: que una parte del dinero producido por ese trabajo vaya directamente a indemnizar a los familiares de la víctima. Esto último, ¡sagrado! Sin indemnización no hay excarcelación. Repugna y estomaga por lo tremendamente injusto y terrible, que el gobierno que padecemos excarcele a etarras sin que hayan abonado ni un céntimo de la indemnización dictada por el juez, a la familia de las víctimas.

Por supuesto que soy partidario de la cadena perpetua revisable a los 30 o 40 años como en USA. Pero me hierve la sangre cuando ves que un criminal que ha matado a 10, 20 o 30 personas; con beneficios penitenciarios cumple 15 o veinte añitos y ¡hala! a casita con trabajo y subsidio pagado por los contribuyentes. No, señores, ese criminal debe morir de viejo en prisión; lo contrario, ¡No sería justicia! Como también me parece absolutamente injusto e incomprensible que, en este atormentado país, un asesinato prescriba a los 20 años.

¡Dios! ¿Cómo puede prescribir algo tan tremendo? Volviendo a USA, creo que en todos los estados un “asesinato” no prescribe nunca. ¿Aprenderemos? Que El Cielo nos proteja de los malvados.

Sherpa