En las últimas seis décadas, Cuba está «huyendo». Los que me leen y no saben dirán ¿de qué? Del comunismo señoras y señores. El primer gran exilio fue en el mismo año 1959 cuando triunfo la «revolución» de Fidel Castro, luego en el Camarioca en 1965 donde escaparon miles de cubanos y no pocos años después en el Mariel 1980 (el más famoso de todos los éxodos, inspiró una película de Hollywood «Cara Cortada» por Al Pacino) donde escaparon cientos de miles de cubanos, en el 1994 la llamada «crisis de los balseros» donde se lanzaban al mar en unas embarcaciones pequeñas y muy rústicas, hechas de todo tipo de material, generalmente de madera, atravesando el estrecho de la Florida que es el lugar en todo el planeta donde más tiburones blancos hay, ¿cuántas vidas se perdieron? Solo Dios sabe.
También encontramos otro gran exilio desde el año 2010 hasta el 2016. Si la memoria no me falla, un exilio en el que los cubanos emigraban por miles hacia Centroamérica. El Régimen de la Habana impuso el «libre visado» en coordinación con el gobierno de Ecuador «amigo estratégico» de la dictadura. Posteriormente, el régimen cubano ha ido buscando «soluciones» al descontento popular. Vías de «escape» para los ciudadanos más críticos y valientes ya que la emigración ilegal ha sido una especie de «válvula de escape» y, a la vez, una fuente de ingresos segura. Esos «emigrados» siempre dejan familias atrás en la isla y así el régimen «parásito» se alimenta de las remesas «familiares» uno de los reglones más importante en la economía del país.
En la actualidad, ya se está viendo otra «nueva estampida» de cubanos buscando nuevos horizontes. Está vez en contubernio con el régimen de Nicaragua, uno de los principales aliados junto a Venezuela, Rusia y México. Unas de las principales motivaciones de los emigrados es la falta de libertades individuales y el control excesivo del estado sobre sus ciudadanos. Otros aspectos de peso son la precariedad económica, las caristias de todo tipo, el desabastecimiento de productos básicos, los bajos salarios, las faltas de oportunidades para la juventud que se ve «ahogada» al ver que no tiene futuro de ningún tipo en su país y se ven reflejados en la triste historia de sus padres, envejeciendo en un sistema totalmente ineficiente que no es capaz que llenar las necesidades más básicas del ser humano.
Lo más valioso de nuestra patria cubana se nos «fuga» en cada exilio. Con ello, la isla se se «desangra» al ver a sus más ilustres hijos alejarse. En algunos casos para no regresar jamás; familias divididas, matrimonios disueltos, hijos que no conocen a sus padres en persona. El Mayor Archipiélago del Mar Caribe secuestrado por una familia en el poder durante 6 décadas trajo mucho daño material, moral y espiritual a la nación.
El mayor éxito del exilio cubano, a mi entender, es salvaguardar la cultura e idiosincrasia cubana, pilares de nuestra cultura y patriotismo tan pisoteados por un régimen que solo le interesa permanecer en el poder «al precio que sea necesario», aunque tenga que darle a sus ciudadanos, muerte, cárcel, represión y destierro. Termino con un excelente fragmento que nuestro Glorioso Himno Nacional «Que la Patria os contemple orgullosa, que morid por la patria es vivir».
Be the first to comment