Caza mayor

La historia atribuye al dictador comunista Stalin la famosa frase de «Lo importante no es lo que vote la gente, sino quién cuenta los votos». Con independencia de la autoría real, lo cierto es que esta frase, ha cobrado una inusitada relevancia durante los últimos días al calor de las diferentes disputas judiciales surgidas por las presidenciales norteamericanas.

Pese a que se han viralizado cientos de videos y denuncias sobre las malas prácticas en los recuentos electorales, el equipo legal del presidente Trump, sabe que el tiempo corre en su contra, ya que para el día 8 de diciembre, deberían de estar escogidos los votos electorales para probar el fraude en base a pequeñas denuncias, una tarea muy costosa y poco efectiva.

Sería pues razón por la cual el Dream Team encabezado por Rudolph Giuliani (ex-alcalde de NYC) haya decidido dirigir su atención no tanto al «menudeo» de votos sino al propio sistema de recuento, señalando con el dedo acusador (y supuestamente pruebas suficientes) a Dominion Systems, donde incluso existirían vínculos con fraudes electorales previos acometidos en territorios como Venezuela. Veamos cuál sería el camino que traza la defensa del mandatario republicano:

  1. En el año 2000 tres ingenieros venezolanos fundan en Delaware la empresa Smartmatic, dedicada a la aplicación de la tecnología sobre los procesos electorales.
  2. En 2004 el Gobierno Venezolano invierte en una compañía fundada por los propios miembros de Smartmatic llamada Bitza. Para el mismo año se realiza un referéndum contra Chávez en donde el conteo de resultados lo llevarían un consorcio formado por Smartmatic, Bitza y una tercera llamada CANTV. Ya entonces plataformas como Súmate denunciaron un evidente fraude electoral vinculado entre otras cosas al nuevo sistema de conteo.
  3. El éxito a favor del chavismo procuró a Smartmatic dos contratos más, gracias a los cuales se obtuvo dinero suficiente como para adquirir la británica De La Rue y fundar así Sequoia Voting Systems. Bajo Sequoia comenzaría una intensa campaña para colocar máquinas de voto en EEUU y el resto de América Latina.
  4. Ya en 2006 fue precisamente una congresista del partido demócrata, Carolyn Maloney, quien denunció el riesgo de depositar algo tan importante como el voto estadounidense en manos de una empresa relacionada con la dictadura Venezolana, emitiendo una carta directa al entonces Secretario del Tesoro Henry Paulson. Tan solo 23 días más tarde del envío de dicha carta, fue el propio New York Times (quien ahora dice que no hay caso Dominion) el que publicó un artículo demoledor sobre los tentáculos de Venezuela en Smartmatic.  
  5. Las máquinas de Sequoia, que contaban con el software de Smartmatic, fueron rechazadas por sus irregularidades y al poco se forzó a Smartmatic a su venta. Dicha venta fue también un fraude porque Sequoia no dejó nunca de estar en manos de Smartmatic. Es mas, su director Jack Blaine, había ocupado un puesto ejecutivo en Smartmatic. Todo se destapó a raíz de un intento de compra en 2008 y de nuevo se ordenó la venta. Aquí entra Dominion.
  6. Dominion era una empresa canadiense de tamaño medio dedicada también a los sistemas de votación. En el año 2010 realizó dos jugadas maestras al adquirir Sequoia (con un 20% de cuota de mercado en aquel entonces) y Diebold/Premier. Adquiriendo Sequoia también se compró todo el software de votación fabricado y patentado por Smartmatic o al menos eso quisieron hacer creer.
  7. En realidad, según desveló en 2010 otro periódico nada sospechoso de ser próximo a Trump como el Huffington Post, la propiedad intelectual de los programas que empleaba Sequoia y ahora Dominion seguía estando en manos de Smartmatic. Otro fraude. 
  8. Desde entonces, las irregularidades del software de Smartmatic que implementa Dominion han sido denunciadas reiteradamente tanto en EEUU como en terceros países. El caso reciente más llamativo es la queja que elevaron dos de las candidatas demócratas a las primarias, Amy Klobuchar y Elizabeth Warren, afirmando que el sistema de conteo electrónico estaba demostrando grandes fallos de seguridad.
  9. En las elecciones del 3 de noviembre un total de 28 Estados, entre los cuales se encuentras zonas decisivas como Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin, usaron dicho software.

La defensa de Trump parece verlo claro. En una entrevista realizada ayer para la FOX la exfiscal federal Sidney Powell, incorporada al equipo que lidera Giuliani, afirmó no sólo que tenían material suficiente como para ejercer una causa masiva de fraude sobre Dominion/Smartmatic sino que además podían demostrar que existían vínculos directos con los demócratas.

¿Dónde estarían esos supuestos lazos con el equipo de Biden? Pues lo cierto es que poco han tardado en salir a la luz, resulta que el presidente de la junta directiva de Smartmatic en EEUU, Peter Neffenger, aparece incluído en el Equipo de Transición para el Departamento de Seguridad Nacional de Joe Biden.

Pasa el tiempo y las dudas se multiplican. Parece cada vez más evidente que el traspaso de poderes se alargará hasta el último minuto y que la SCOTUS (Corte Suprema) podría tener un papel decisivo en todo ello. Mantengamos pues la cabeza fría y los pies en tierra, más vale esperar y en caso de querer reenfocar las carteras de cara a un nuevo mandato hacerlo cuando el próximo presidente esté jurando sobre la Biblia. 

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