Recuerdo la canción de 1985 como si la oyera ahora mismo “El tonto Simón” de Radio Futura. Aún guardo los vinilos de aquella época y entre ellos está este en concreto, de este grupo, uno de mis favoritos.
Cada álbum era un exitazo memorable; aunque este en particular, no fuese precisamente uno de los que más me gustaran, sí era de los que más me divertían, ya que cantando le ibas dedicando el estribillo a “ese tonto” como quien no quiere la cosa.
Nada hacía suponer que 35 años después se iba a encarnar en un personaje de la actualidad, para nuestro pesar. Nada hacía suponer que vendría un virus chino que nos dejaría a todos sumidos en el más absoluto caos como país a todos los niveles.
Nada hacía suponer que estaríamos en pleno proceso de golpe institucional. Un golpe que serviría para “tumbar definitivamente el régimen” y que lo que quede de España, sea gobernado por asesinos, terroristas, socialcomunistas, separatistas….
Este Gobierno de las Pandemias, puso de mediador entre el Gobierno y el pueblo español a un epidemiólogo. En este enlace, podréis observar parte de la biografía de Simón. En él hallaréis tanto su experiencia como su trayectoria profesional y especialmente, la gestión sobre la pandemia.
La verdad es que, si este señor es desde el año 2014 el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, menos mal que no han surgido muchas situaciones alarmantes, porque su gestión ha sido y es deplorable, penosa y nefasta. No existen calificativos suficientes como para describirla. Toda una catástrofe.
Simón se ríe de los fallecidos y se mofa de la incidencia de la pandemia en España. “Sólo habrá 1 ó 2 casos aislados como mucho” -y han muerto más de 70.000 personas- Es como el bufón de la corte, puesto al frente para ir haciendo de escudo humano contra el que carga la población crítica…que si se desgasta, se sustituye y punto. Todo sin mayor problema.
Por este motivo, Simón se puede permitir licencias como dejar una rueda de prensa sobre sanidad nacional por tener un “compromiso importante” e también irse a un programa de humor a hacer chistes baratos y denigrantes sobre las enfermeras. Es la irresponsabilidad personificada, pero es que al Gobierno le conviene dar espectáculo y circo para desviar la atención. Así se distrae a la opinión pública, con lo irrelevante -y casi sacrílego- para que los españoles no se fijen en lo esencial y lo relevante.
Simón está cumpliendo bien con su cometido, de “El tonto Simón”. Su papel consiste en esto precisamente, crear crispación social contra determinados colectivos y después encajar los golpes que, en otra situación, irían dirigidos contra el Gobierno o el Ministro de Sanidad. Por eso está ahí puesto Simón.
Un Ministro de Sanidad sería la persona idónea, si no fuese porque el que está en el cargo es un licenciado en filosofía. A Illa no le da ni el más mínimo ápice de base científica, ni de criterio, ni tampoco de conocimientos técnicos para poder lograr una pizca de credibilidad ante la opinión pública. No se olviden de que es parte de la cuota del independentismo catalán. O, ¿por qué creen que no tiene ni idea de sanidad el ministro que ostenta el cargo?
Demos algunos datos de la “trayectoria laboral en comunicación” de Simón: “En general, lo más recomendable para un portavoz no experto en comunicación de crisis es mantener a toda costa el perfil bajo y cacarear los mensajes de la OMS.
Incluso cuando esta se equivoca y sobreestima la alerta, como le sucedió con la Gripe A de 2009, lo peor que le pasó a Trinidad Jiménez es que años después le reprochaban haberse gastado una millonada en cajas de Tamiflu y Relenza, los medicamentos específicos que acabaron caducando en las estanterías de los almacenes del Ministerio«.
En el caso del Doctor Simón, lo primero que hay que decir, es que la actual crisis es tremendamente compleja y probablemente, se requerían unas capacidades de gobierno, de gestión y técnico-científicas muy superiores a las que tiene España en este momento. Pero esto, no impide darse cuenta de que el papel de Simón, no ha sido particularmente brillante durante esta crisis, por lo que en cómputos generales, es normal que su figura no inspire demasiada confianza.
Pero resulta que la confianza es clave en una situación como la que vivimos donde la incertidumbre es máxima y la necesidad de contar con un liderazgo científico y técnico creíble es esencial en un momento en que de este tipo de decisiones dependen no ya la salud sino también el bienestar económico y social de muchos españoles.
En este sentido, la falta de transparencia (al negarse a dar los nombres de los miembros del Comité científico para decidir sobre la desescalada) es un error tremendo puesto que la opacidad introduce un factor adicional de desconfianza. Pero además su desgaste, al intentar responder a preguntas cada vez más incómodas de forma un tanto peculiar, es manifiesto.
Por último, el hecho de que voluntaria o involuntariamente se haya convertido en el estandarte de una de las facciones supone un problema evidente para que todos los ciudadanos asuman su liderazgo y con él los sacrificios que se les piden.”
Es decir, que nos están comiendo la tostada “los del pueblo pero sin el pueblo”, los del enfrentamiento social, la lucha de clases, el racismo, la desigualdad entre hombres y mujeres, el hombre como enemigo sin presunción de inocencia….los del techo de cristal y el feminazismo, los que no creen que una mujer tenga el mismo valor y valentía que un hombre en igualdad de condiciones.
Podría seguir enumerando conflictos sociales generados artificialmente para manipular a la población. Crean los problemas para luego ofrecerte la solución. Tan amablemente, tan controlador, tan limitador de las libertades, tan protector y tan asfixiante. Los del Ministerio de la Verdad, los de la censura, los de las empresas de verificación de noticias….
Ay de España, quién te ha visto y quién te ve, tan conformista, tan abnegada, tan sumisa por un subsidio, se diría que estás rendida a los pies de la progresía… ¿es así? Porque yo, me niego.
Polifacética ante todo, curiosa, autodidacta, responsable en VOX, fisioterapeuta autónomo de profesión…todo es susceptible de aprendizaje y solo fracasas si no lo intentas.
«Es más importante la dirección que la velocidad»
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