A pesar del mal resultado en noviembre de 2019, Ciudadanos sigue dando que hablar y eso es bueno para un partido político, en un país con tan poca memoria.
Pero como en el ajedrez, los demás también juegan: la pinza que hace la propaganda del gobierno, su prensa subvencionada, sindicatos, asociaciones, y por otro lado todo el descontento acumulado en VOX, podría dejarlos sin votantes. Han negociado con el gobierno que miente por sistema, daba como mal menor a Podemos, no les aprobó los presupuestos, pero sí apoyo una absurda prorroga de 6 meses al estado de alarmar y a la vez denuncia al gobierno desde la Unión Europea. Imagino a los comisionados Europeos viendo esta especie de Ping Pong que se han montado.
Lo primero que debería hacer el partido es decidir que quieren hacer, porque lo que proyectan no está nada claro:
¿Querrán ser socialdemócratas?, centro-izquierda con puntos más menos liberales? Bueno, eso sería UPyD 2.0 y ya sabemos cómo acabó. En gran medida “gracias” a Ciudadanos y su opa hostil de 2015. Aunque UPyD nunca habría negociado nada con este partido socialista. Y no vale decir que ahora se ha visto en realidad lo que hay en el PSOE, esto se sabía desde las elecciones en Navarra.
Después de la crisis que dejó Zapatero y sus “brotes NO verdes”, se esperaba que el votante del PSOE avergonzado iría a UPyD. Esto no ocurrió, siguen, como el ganado al que han marcado con el sello de su «dueño».
Estos votantes, en las siguientes elecciones se inclinaron hacia Podemos o como ha ocurrido recientemente hacia el BNG en Galicia. Los de «con Rivera no, ahora parecen decir «con Otegui sí». Es “curiosa” la tendencia del votante de izquierdas a radicalizarse hacia el independentismo, lo que sea excepto moderarse.
A día de hoy, quienes votan izquierda (la izquierda que tenemos) les da igual la realidad,lo relativiza todo para hacérselo más digerible y punto. Jamás cambiará su voto, “aunque sus hijos se mueran de hambre”, como un conocido twitt que circula por las redes.
Quién sigue votando a PSOE o Podemos, después de la corrupción de Andalucía, de los pactos con nacionalistas en Cataluña, Baleares, País Vasco, Navarra y Galicia, después de ver como ambos partidos han hecho lo contrario a lo prometido en campaña, durante el gobierno provisional de la moción de censura y este último año. Intentando comprar votos con los viernes sociales y colocar a los suyos a costa de nuestros impuestos, en la mayor demostración de nepotismo que se recuerda en democracia. Esos, seguirán votando lo mismo o como mucho, si se llega a la destrucción inminente, como mucho, se abstendrán.
Ha sido un gran error el de Ciudadanos acercarse a un PSOE extremista, creyendo que sus votantes descontentos les votarán. ¿Para hacer qué con sus votos? ¿Votar con PP y VOX? ¿Para que sus votos apoyen al PSOE que dejaron de votar? Todo es un absurdo que únicamente tiene sentido en la cabeza de Arrimadas y algún que otro palmero, que le da igual sacar adelante propuestas liberales, que ser dama de compañía del peor gobierno de la historia.
¿Querrán ser liberales? En 2015 coló, con la repercusión que tuvieron gracias a la figura de Albert Rivera, posteriores fichajes de otros partidos y de empresarios, pero a fecha de hoy, con el coqueteo con Sánchez y prácticamente dando por aceptable sentarse con Podemos…. no, ya no cuela.
Lo de Liberal-Progresista es una incoherencia, o bajas impuestos o los subes, o reduces el estado o no, es imposible, es un engaño.
Quedaría la idea de 2016, centro sin etiquetas (al menos en la práctica), pactando con derecha e izquierda (incluso con extremos), dándole importancia a lo que se consigue en vez de al con quién. Sería el camino que podría salvarlos, el más útil (por lo malo que sería para los nacionalistas, al quitarle relevancia política, pero para eso Cs necesitaría recuperar al menos un millón más de votos) y justo, es este camino, el que más daño les ha hecho al propio partido por las dudas y complejos que calaron en algunos de sus «fundadores», militantes y votantes.
Si te sales del centro, para equilibrar los pactos entre a quienes has doblado el brazo negociando, por ir tras quien una y otra vez te humilla, ridiculiza e incumple lo firmado… ni estás en el centro, ni tienes las cosas claras. Y es que ahora mismo “no hay equidistancia” entre Sánchez y Casado, como dijo el propio Albert Rivera hace pocos días. Un centro fuerte y que acoja a la mayor variedad posible de puntos de vista es necesario, pero solo si es un verdadero centro. Que sean los demás partidos quienes renuncien a sus ideas más extremas, para ir hacia posturas más moderadas, esperarlos ahí, eso es ser útil.
Esto no les obliga a ser bisagra. Se puede llegar incluso a gobernar siendo centro, apoyado por uno u otros, cogobernando con quién apoye más propuestas o incluso en minoría, sacando unas propuestas con unos y otras con los otros.
Tus propuestas son parte tu identidad, no se puede dudar, ni sustituirlas por otras radicalmente opuestas, o tener complejos por tenerlas y menos aún por quien las apoye. Como ha pasado con la violencia intrafamiliar, cuyo abandono por Ciudadanos, ha aprovechado tan bien VOX, al igual ser crítico con la inmigración irregular, pidiendo más medios para las fuerzas de seguridad. Les han podido los complejos.
Tampoco por acudir a una manifestación u otra, y esto hasta que la izquierda se volcó con la famosa “Foto de Colón”, lo tenían claro, asistían a Alsasua con VOX, a pesar de las amenazas o al desfile del orgullo donde eran agredidos.
Justo cuando el centro derecha estaba unido, demandando las elecciones que había prometido Sánchez en la moción de censura. Justo en el mejor momento, cuando ya se les había ganado en Andalucía por fin… a Ciudadanos le pudo la presión.
En abril, esta política sin complejos, les dio premio: 57 escaños para representar a 4.136.600 votantes, salirse de aquí, comprar la propaganda de la izquierda, les ha reducido a tener casi el resultado de UPyD en 2011.
Como posible, también queda la desintegración como acaba de suceder con UPyD, 5 años después de la «OPA hostil» de Ciudadanos. ¿A qué partidos irán sus figuras más importantes? Un talento que sería una pena que no continuaran con su trabajo en otras siglas o desde la sociedad civil.
Veremos que decide hacer el partido “naranja”, que casi llega a ser segunda fuerza política en Abril de 2019 con el NO a Sánchez. Viniendo de cero, sin corrupción, con ideas más menos innovadoras, pero con una pésima gestión de su éxito.
¿Pueden remontar? Todo es posible con 12.493.664 abstencionistas, 248.487 votos nulos y 217.227 votos en blanco, responsables en parte de lo que nos pasa. La confianza se pierde fácilmente y recuperarla cuesta, ha sido un error, para Ciudadanos, apoyar y creer a este gobierno y haber votado sí al estado de alarma por 6 meses. Ciudadanos tiene que dejar cristalino si quiere ser parte del problema, siendo muleta de Sánchez e Iglesias, o ser parte de la solución con PP, VOX, P-Lib, Contigo… y cualquier otro partido que quiera cuidar la democracia, la constitución y la unidad que conocemos. Si no hace la labor de centro, de unión, mejor será que desaparezca.
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