Cuando el presidente es proetarra

Los que vivimos la época del horror y el dolor, asistimos indignados a la deriva de un gobierno que ha perdido todo atisbo de dignidad, si es que la tuvo alguna vez. El gobierno de Pedro Sánchez culmina una ignominia con tal de aferrarse a la poltrona, nada importa si puedo permanecer en el poder. A los que tan ufanos se pusieron la medalla del fin de ETA, hay que explicarles que fueron los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, los que, ayudados por fin de Francia, acorralaron a las ratas asesinas desmontando su infraestructura.

Fueron años muy difíciles con un atentado cada día, sin importar el objetivo. El terror no discrimina, porque carece de alma y los mercenarios etarras, de cerebro también, educados en el odio en las ikastolas. Un pueblo que se creyó la historia de un descerebrado como Sabino Arana, que borró de un plumazo las gestas de los héroes vascos orgullosos de ser españoles para sustituirlo por un relato incierto y engañoso de una nación que nunca fue, la vasca.

Los españoles decentes siempre estuvimos del lado de las víctimas, pidiendo cadena perpetua para los verdugos. Ni por asomo se nos ocurrió dignificar a los asesinos, algo que ahora ocurre, para mayor vergüenza de todos nosotros. La explicación es sencilla; la enseñanza en España es nefasta, a cualquier niño se le enseña historia de su país, a ser posible con objetividad, solo así comprende en su conjunto de dónde venimos. Aquí no, ya que cada comunidad autónoma tiene un plan de estudios “ad hoc”, es decir, que enseño lo que me da la gana como mejor me apetezca. Por tanto, nos encontramos jóvenes que no saben nada de los años del tiro en la nuca y la bomba lapa, como mucho les suena ETA, pero no sabrán explicar lo que es.

Este relato que la izquierda impone y que le viene muy bien a tipos como Sánchez, carente de escrúpulos y aprendiz de dictador. Cuanto más ignorante es un pueblo más fácil es colarle un relato cocinado en la marmita de la infamia y la mentira. Afortunadamente, quedamos muchos ciudadanos que no estamos dispuestos a que se pisotee la memoria de miles de víctimas, tanto asesinados como de sus familias, que tuvieron que aguantar, sobre todo, en el País Vasco, burlas y silencios muy difíciles de digerir

Recientemente, se ha homenajeado a Miguel Ángel Blanco, imagen de la víctima inocente de estos desalmados. La paradoja es que quien organiza el homenaje, pacta con el brazo político de aquellos que apretaron el gatillo y a muchos de nosotros esto nos produce arcadas. Porque no todo vale, ni siquiera pedir perdón y salir a la calle a respirar el aire que a otros se les negó. Sólo pagar con años de cárcel mitiga un poco el dolor de aquellos que piden justicia para sus seres queridos.

Es nuestro deber honrar la memoria de quienes perdieron la vida por nada, puesto que hoy sus asesinos están sentados con los que gobiernan. Una nación no puede ser doblegada, o su memoria vilipendiada por aquellos que no merecen sino nuestro más absoluto desprecio. Porque si lo consentimos, nos convertimos en cómplices. En esta vida, uno sabe que está en el lado correcto, viendo a quienes tienes enfrente, ante los asesinos ni un paso atrás.

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

4 Comments

  1. La hoja de ruta fue suscrita por todos. Me figuro la traición como una tarta enorme de la que unos toman más que otros, pero no les exime de culpa.
    Son momentos muy tristes que demandan estar a una gran altura moral.

  2. Comparto su indignación.
    A esto teníamos que llegar, antes o después( aritmética parlamentaria + + felonía)
    Los políticos de la «ejemplar transición», dieron el poder, a través de la ley electoral, a los enemigos de España.
    Habrá mayor imbecilidad ?
    Pero en 40 años de bipartidismo, no se ha corregido este error, por la ambición de poder de los políticos mediocres , avaros y cortoplacistas.
    Habrá mayor mezquindad?
    El pueblo español no se merece esta abyecta clase política, que padecemos.

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*