Países que tienen un conflicto político desde hace muchos años. Con el Reino Unido como uno de los actores protagonistas. Que en el fútbol se tenga que prohibir un partido debido a temas extradeportivos, resulta ser vergonzoso para la sociedad en la que vivimos.
En el último sorteo de clasificación para la Eurocopa, en el grupo de España salió la bola caliente de Gibraltar. Sí, ese país con el que, en teoría, tenemos un asunto pendiente, pero que la UEFA para evitar polémicas decidió que ambos conjuntos no se enfrentaran.
La UEFA tiene varios emparejamientos prohibidos. Pero claro, este tipo de circunstancias, bajo mi punto de vista, van en contra de los valores que ellos mismos proclaman. Mucho apelar al no al racismo y que todos somos iguales, pero luego resulta que, nada de igualdad. Al salir dos bolas «conflictivas» prohiben emparejamientos… o más bien los censuran.
Cuando se mezcla la política con deporte, siempre sale perdiendo el segundo. En cualquier deporte, la política no debería de tener cabida y mucho menos importancia. Al final, si con esto intentan no culminar con enfrentamientos, lo único que provocan es alimentar aún más la polémica.
Si los de la UEFA se dedicaran a preguntar tanto a los jugadores de la selección española como a los de Gibraltar, seguro que ambos conjuntos serían partidarios de disfrutar sobre el césped de lo que sería un partido insólito, con una importancia mayor como es la de clasificarse para una Eurocopa.
Esta institución mayor del fútbol, en vez de prohibir y censurar emparejamientos, lo que debería de hacer es de intermediaria para que entre países se tiendan la mano.Si mezclan la política, solo consiguen politizar el mundo del deporte, más cuando esta, cada día está más desfasada. Europa necesita unirse y no poner trabas.
Los valores del deporte, una vez más, se ven manchados por personas de traje y corbata. Aquellos que cuentan con un despacho con aire acondicionado en verano y calefacción en invierno. Gente que limitan el fútbol en vez de hacerlo evolucionar. Unámonos.
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