Ni Xavi Hernández ni Diego Pablo Simeone cumplieron las expectativas europeas junto a sus respectivos jugadores. Cierto es que ambos tenían un grupo complejo, sobre todo los culés, pero después del gasto veraniego con fichajes de renombre, los de Xavi al menos tendrían que haber dado la cara, algo que no hicieron ante el Inter, tampoco contra el Bayer de Múnich. Por su parte los colchoneros más que no dar la cara, tuvieron esa dosis de fracaso que otros años atrás la dosis era muy diferente, era una dosis de ilusión.
Xavi ya conoce lo que es ser eliminado de la Champions dos veces consecutivas. Para la próxima, debería de aprender de los errores a la hora de elaborar estrategias. Se nota que aún carece de la experiencia necesaria para satisfacer al aficionado culé en las noches europeas. Haber sido un magnífico futbolista no te hace ser un técnico de nivel. Los casos como los de Pep Guardiola o Zinedine Zidane no se tienen porque dar de la noche a la mañana… si es que se dan con el paso del tiempo.
Por su parte, Diego Pablo Simeone podría necesitar un cambio de aires. Le percibo quemado de tantas temporadas en el conjunto colchonero. Esta misma le pesa y puede que no sea un periodo efímero sino algo que solo se cura con la separación entre técnico y club. Cuando se disputan tres temporadas, el equipo lo acaba notando y más si temporada a temporada tienen la presión de obtener altas expectativas como sucede con el Atlético. Simeone está siendo observado con lupa, a pesar de haber demostrado una gran trayectoria dentro del equipo colchonero.
Ahora toca borrón y cuenta nueva tanto para el Fútbol Club Barcelona como para el Atlético de Madrid. Ambos deben pensar en esa subcategoría llamada Europa League, la misma en la que están los otros equipos españoles Real Sociedad y Betis, dos equipos que van elaborando un fútbol muy atractivo en esta temporada.
Los dos equipos le darán un plus de calidad a la Europa League, además la Juventus, tras 9 años consecutivos pasando la fase de grupos de la Champions, también cayó eliminada, así que será otro hueso duro para nuestros equipos. Tanto el Barça como el Atlético son siempre uno de los favoritos a llegar lejos en Champions, pero este año tendrán que conformarse con disfrutar de una competición menor, la Europa League.
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