El pasado sábado en Anduva, el Club Deportivo Mirandés y el Club Deportivo Leganés ofrecieron un encuentro en el que, el número de bostezos se contabilizaba más que los goles acontecidos en Miranda de Ebro. El resultado gafas imperó en el marcador. Los pepineros se llevaron un punto a tierras madrileñas. No obstante, hay que ver el vaso medio lleno, el Mirandés consiguió sumar y eso siempre estará bien.
El equipo de Joseba Etxeberria no dispuso de ocasiones claras para lograr marcar. Ya van dos encuentros en los que están sin ver puerta. El lado positivo, el cancerbero Alfonso Herrero no recibió ningún gol y esto, como bien dije anteriormente, sirve para, al menos, alejarse milimétricamente de los puestos de descenso directo.
Es cierto que, los partidos que son insípidos en cuanto a ocasiones, acaba debiéndose a que la defensa de ambos conjuntos se mostró férrea y sin fisuras, pero los delanteros tienen que estar para lograr meter la pelota entre tres palos, en eso consiste el fútbol. La efectividad no solo debe ser en defensa, sino que también, en el ataque, algo que el conjunto de Miranda de Ebro no llegó a tener en el encuentro disputado frente a los pepineros.
El equipo del míster Etxeberría se muestra irregular; capaz de lo mejor… pero también de lo peor. Con un poco de confianza y garra, veo muy posible que alcancemos la salvación. Veo clave mantener en la plantilla a jugadores como Alfonso Herrero, Barbu, Michelis, Gelabert, Oriol Rey, Álex Martín y a las nuevas incorporaciones que vinieron en el mercado de invierno, Álvaro Sanz y David Vicente.
La base resulta indispensable para que perder la categoría no se convierta en realidad. Aunque, lógicamente, la zona de ataque lo más seguro es que el Mirandés a final de temporada la tenga que recomponer. Es lo que tiene tirar de cesiones o fichajes que, como mucho, las renovaciones acaban siendo de año en año.
No obstante, primero hay que lograr la salvación y, con partidos como el de ayer, por mucha eficacia defensiva que se muestre ante los pepineros, la cosa va a ser algo más que complicada. Aunque, el Mirandés, por suerte, depende de sí mismo para obtener ese ‘privilegio’. Los dos últimos partidos, sin ver portería mientras que los rivales de abajo… se acercan demasiado.
Lo bonito de la tarde del sábado en Anduva, el hermanamiento entre aficiones. El Leganés, en su día, ascendió a primera en el campo rojillo y este hecho acarreó que los pepineros creasen la peña Anduva 16. Un grato recuerdo que perdura y perdurará para todos los aficionados al Club Deportivo Mirandés.
El próximo partido volverá a jugarse en feudo rojillo. Esta vez, ante el Real Oviedo. Un encuentro en el que se espera la visita de un gran número de asturianos y con el que esperamos que el equipo nos deleite con una nueva victoria.
Be the first to comment