Durante esta semana, estamos asistiendo a un nuevo culebrón protagonizado por Pedro Sánchez y José Luis Ábalos. En la “Temporada 2020/21 d.C.”, ambos se dedicaron a intercambiar opiniones vía WhatsApps –como dos colegas del alma– sobre varios dirigentes del PSOE, e incluso acerca de miembros pertenecientes a otras formaciones. Sin duda, este VAR en forma de “pantallazos” ayuda a comprender el escaso compañerismo y poco fair play que existe en ciertos sectores de nuestra política.
Entre los mensajes publicados por EsDiario, El Mundo y otros medios digitales, el presidente del Gobierno, como si fuera un modisto de reconocido prestigio, no deja títere con cabeza, confeccionando trajes y más trajes junto a quien, por aquel entonces, era su mano derecha y uno de sus mayores confidentes. Hay que reconocer que, salvo para gobernar, este presidente multiusos que tenemos parece estar capacitado para todo: incluso para convertirse en futuro tertuliano de programas del corazón, al más puro estilo Sálvame. Condiciones, desde luego, no le faltan… porque, entre otras cosas, es un marujo lenguaraz de sobresaliente.
Javier Lambán, Emiliano García-Page, Margarita Robles, Susana Díaz, Pablo Iglesias y otros tantos que, ya lo anuncio desde aquí, como si fuera el mismísimo Nostradamus, terminarán saliendo, figuran entre los nombres que aparecieron en los mensajes que Sánchez y Ábalos se cruzaron años atrás. “Petardo”, “Tocacojones”, “Pájara”, “Jodida” y “Torpe” no son, aunque lo parezcan, títulos de canciones de un grupo de K-pop, sino los calificativos lanzados por nuestro Pedro I ‘El Sálvame’. Si es que el ‘presi’ apunta maneras para convertirse en el claro sucesor de Jimmy Giménez Arnau, uno de mis tertulianos favoritos, que, desgraciadamente, ya no se encuentra entre nosotros.
Bromas aparte, y tras rendir mi particular homenaje mencionando al gran Jimmy, ahora es cuando lanzo la pregunta del millón: ¿de verdad alguien esperaba que su ‘Sanchidad’ fuera una persona leal, buen compañero, alguien con temple y talante diplomático? Supongo que no seréis los mismos que se han quedado a cuadros al leer algunas de las contestaciones del exministro de Transportes, intentando hacerse el culto parafraseando a Quevedo… y no me refiero precisamente al cantante. ¡Bribones!
A todo esto, queridos lectores, ¿podemos considerar que la confianza que existía entre Sánchez y Ábalos se ha transformado en una crónica traición, anunciada con sutilidad en pleno mayo de 2025? Honestamente, lo veo bastante viable. Pero, ¿será obra de Ábalos, de alguien de su entorno, o quizás del propio Sánchez, como parte de una estrategia calculada para recuperar votos a través de un victimismo fingido? No descarto ninguna de las posibilidades, pues todas ellas están motivadas por entes con hambre de poder, dinero y, en algunos casos, incluso de mujeres.
Sea como fuere, quiero concluir este artículo de opinión, cargado de humor, con un consejo para los dos protagonistas del mismo. A Sánchez, recordarle que no todos a su alrededor le ríen las gracias por lo guapo y maravilloso que es, sino que lo hacen con la intención de unos de mantener su cargo y otros de conseguir un ascenso. En cuanto a Ábalos, mi consejo sobre la amistad “fija discontinua” que ha mantenido con el presidente del Gobierno le sirva para comprender de una vez por todas que la política se parece más de lo que uno pueda imaginar a Juego de Tronos. Además, si el exministro de Transportes siente tanta devoción por las mujeres como nos hacen ver los medios de comunicación, desde aquí quiero animarle a leer mi novela El abismo del placer. Tal vez, al sentirse identificado con su protagonista, Jonko Blanco, logre ponerse a tono sin necesidad de liarla mediáticamente. Al fin y al cabo, leer también “pone” y mucho, aparte de ser mil veces más rentable para el bolsillo de los españoles.
Periodista bilbaíno a jornada completa, anteriormente locutor en Cadena SER Miranda y al mismo tiempo articulista en diversos medios digitales. Amante del gimnasio y la naturaleza a tiempo parcial.
“Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”
-Steve Jobs.
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