¿Volverá el deporte a la normalidad tras la pandemia?

No soy científico ni epidemiólogo, pero creo que no volveremos a la normalidad absoluta nunca en el deporte, ni en nuestra vida a nivel general. Este virus ya nos ha cambiado por completo y el deporte creo que tardará mucho tiempo en volver a ser lo que antes era, lo digo a modo de espectador.

La cuestión ya no es si la gente puede entrar o no a un estadio de futbol, sino ¿para qué hacerlo? Hace poco, en Inglaterra salió la noticia de que la gente en breve, ya podrá acudir a los estadios de fútbol pero eso sí, olvídense de los estadios repletos. En territorio inglés, sucederá lo mismo que acontece en España con la normativa establecida respecto a la asistencia en los estadios de la 2 división B. ¿Sale rentable para el espectador ahora mismo pagar un carnet de socio? Mi respuesta es muy clara, no.

Por ejemplo, se me viene a la mente la final de Copa del Rey que aún está por disputarse entre la Real Sociedad y el Athletic Club de Bilbao. Un partido que se está demorando en exceso. Teniendo en cuenta que el Estadio de La Cartuja no se va a llenar por un lado por sus dimensiones desorbitadas y por otro respecto al asunto del covid hay que ponerle también la dificultad de que en esta competición pueden faltar jugadores de ambos conjuntos por la posible futura ausencia de algunos de estos a causa del Coronavirus. Porque como bien digo, el futuro es incierto y los positivos se pueden dar tanto dentro del conjunto rojiblanco como en el txuriurdin.

Hay que separar el deporte de la competición. La gente puede salir y hacer ejercicio pero, claro, siguiendo una serie de pautas. La competición en sí ya está tocada y, por ello, no veo lógico que haya que arriesgar la salud de los profesionales a toda costa. Pero, como bien sabemos, este tipo de deporte es de competición y la competición genera y maneja cantidades desorbitadas de dinero.

Por otro lado, es obvio que, vivir sin las ligas de fútbol, baloncesto o el mundial de motos entre otros, sería vivir sin esa parte de esa emoción que en el fondo necesitamos para desconectar de nuestros quehaceres diarios o rutinas varias o incluso de nuestros respectivos trabajos.

En la actualidad, generar dinero mediante el deporte es muy complejo, pero hay que hacerlo, ¿el motivo? porque diferentes sectores viven de esa disciplina. De hecho, hay familias que viven del deporte y no hablo de los deportistas de élite sino de aquellos que mantienen las instalaciones deportivas de los clubes de menos nivel y que estos sobreviven como pueden para no caer en picado. Los equipos modestos y los deportes minoritarios son sin duda los más perjudicados.

Dentro de los primeros, podemos encontrar a gente que trabaja en las oficinas, cortando el césped, limpiando las instalaciones entre otros y este virus sin lugar a dudas les pasará mucho más factura que a los equipos que juegan en las divisiones profesionales. Respecto a los segundos, podemos encontrar gente que necesitan contar con un patrocinador a toda costa para poder vivir del deporte, la profesión que tanto aman y claro está que este gasto es inasumible hoy en día para muchas marcas.

El negocio del deporte se ha visto tocado por esta pandemia. Tal y como les ha pasado a una gran mayoría de los negocios existentes en nuestro país. No se le puede decir a un obrero, que la vida va a ser la misma que antes, porque ya de por sí esta pandemia nos ha cambiado. Por ese motivo, creo que tampoco se le puede exigir a un deportista lo mismo que a un trabajador de a pie. La vida nos ha cambiado para todos eso sí, a unos les pasará más factura que a otros.

Lo que realmente me mina la moral es ver cómo hay fútbolistas que a pesar de ganar cantidades desorbitadas de dinero, exigen a sus clubes de procedencia que les aumenten el sueldo cuando estos de por sí son personas que no les hace falta económicamente hablando ‘esa subida’. Y todo esto a consecuencia de que en gran parte se consideran mejor que otro y a causa de esto, quieren ganar más que ese otro jugador, algo que siempre ha pasado y pasará eternamente en estos mundos del deporte.

Sin embargo, cuando un trabajador que no llega a fin de mes, tiene que subsistir con un sueldo que en ocasiones es escaso, me parece ilógico e indignante que haya deportistas de élite que por su miserable ego vengan a exigir mayor sueldo al equipo que les paga, en vez de mirar por las personas más desfavorecidas que no tienen la suerte de poder ganar lo mismo que ellos.

En el deporte también hay ERTES, incluso han habido equipos de fútbol que han tenido que tomar esa determinación a causa del virus y también, porque su economía no les permitía seguir afrontando la situación. Eso sí, lo que me parece indignante es que, el rico sea más rico con la situación que tenemos mientras que el pobre sea el que pague para que el ríco, sea aún más rico.

En definitiva, el deporte ya está tocado. Volver a la normalidad no depende del deporte, a veces la competición no ayuda al deporte a ver las cosas de manera normal. Tal y como estamos, será muy difícil volver a una normalidad.

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