LGTBIQ+ ¿discriminación o discriminados?

La dictadura LGTBIQ+ impone su criterio a diestro y siniestro bajo el yugo y el sometimiento a los lobbies de género, la presión del señalamiento y no permitir que marquen a los correctitos e impecables es muy importante si se quiere ser perfecto desde el punto de vista de todas las ideologías. Craso error, es imposible estar en misa y repicando. O lo que es lo mismo, no se puede abrazar la ideología de género, mientras defiendes la igualdad real de los españoles, Constitución en mano cual dogma de fe, ya que la ideología de género de entrada, suprime el derecho a la presunción de inocencia de los hombres sólo por el hecho de haber nacido varones.

Esto mismo es lo que hacen en Ciudadanos y también en las filas del PP, es una diarrea de ideas que se desparrama incontrolada y sin dirección. No se puede defender y criticar la misma postura ideológica según el momento político, la situación geográfica, la geopolítica o dependiendo de si es el día del orgullo o el día de la familia. Ya está bien de tanta falsedad y de tanto peloteo para acaparar un nicho de votos y el contrario a la vez. Se deben tener unas bases sólidas, unos cimientos fuertes sobre los que sustentar el resto de las ideas, de lo contrario estaremos jugando a hacer equilibrios. Es imposible ser un bienqueda perennemente, pues siempre se caerá alguna pieza del puzzle.

Actualmente lo vemos a diario. Ese doble rasero para unos y no para otros. Por ejemplo, las tradiciones, como las fiestas patronales, los moros y cristianos, los fuegos artificiales, ir a la playa la noche de San Juan… cualquier celebración está vetada. No así cuando se trata de celebrar el “orgullo”, pues qué quieren que les diga, no lo entiendo. Aglomeraciones y situaciones que también se pueden producir en los espectáculos autorizados al aire libre…en fin.

No entiendo por qué es necesario visibilizar a los homosexuales y lesbianas y no es tan importante visibilizar las colas del hambre, los miles de autónomos que se han quedado sin trabajo y con deudas, los que no han llegado a cobrar los ERTE o incluso los muertos por COVID, que no se han contabilizado con pulcritud y ahora “nos venden” que ha subido la población respecto a antes de la pandemia…. Con todas las bajas que ha habido en España, nos podemos imaginar a qué se debe el aumento poblacional y no es por aumento de la natalidad. No entiendo. Nos quitamos la mascarilla, normalizan los aforos en exteriores, en eventos deportivos se permitirá público ¿pero no para todos?

El “orgullo” es una exaltación de la sexualidad de un grupo de personas que no son, ni deben ser mejores ni peores que el resto de la humanidad. Con este tipo de comportamientosse discrimina a parte de la población por no pertenecer a su condición sexual. Y es que las élites de los lobbies año tras año dictan las modas, que adoptan a pies juntillas los adolescentes y los grupos de jóvenes influenciables que no tienen la madurez suficiente como para decidir por sí mismos, para saber lo que les motiva y los gustos y aficiones que les hacen felices. Lo disfrazan de modernidad, aunque no lo es. Es realmente una manipulación de masas sociales desde los lobbies de género para moldear el modelo de sociedad y encaminarlo hacia las directrices de la Agenda 2030/2050.

Hoy en día ser víctima es la mejor manera de conseguir la atención de la sociedad. Y eso realmente es peligroso, porque la industria de la ingeniería social utiliza el sentido de culpabilidad y la compasión para conmover a la sociedad con los sentimientos que les convienen. El victimismo mueve a las masas y las minorías dominan a las mayorías por ¿culpa o lástima? El sentimiento acomplejado que doblega a la sociedad, no es otro más que el acto de responsabilizar a los unos de la diferencia o “desventaja” de los otros. La cuestión es que este hecho es inherente a la persona y pertenece a su vida privada, no exige reparación moral, que al fin y al cabo es lo que te inducen a sentir desde estos lobbies. No les pasa nada, no eres responsable de nada y no tienes por qué sentirte mal. Juegan con esto.

Exigen respeto social, pero los que no pertenecen al colectivo, no están obligados por definición a rendirse ante ellos. El respeto social es igual para todos. Se debe tratar a todas las personas sin distinción, por igual. Nada es más claro que eso, y todo lo que se salga de ahí es discriminación y sectarismo.

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