Parece mentira que se pueda hacer tanto daño en tan poco tiempo. Qué obsesión con esa parte de nuestra reciente historia y con hacer ver a una generación que no la vivió, su versión más radical y parcial de lo ocurrido. Resulta casi patético, que los que realmente vivieron aquella tragedia y los años del franquismo, decidieran abrazarse y sacrificar sus ideales individuales, construir y abrazar una Constitución que nos ha dado el periodo más largo de paz y concordia de nuestra reciente Historia; y que más de 40 años después, las generaciones herederas que han crecido disfrutando esa paz y concordia en primera persona, vengan a repartir odio y abrir tumbas, sin un proyecto claro de país.
Pues miren ustedes, yo que he nacido en democracia y en paz y también tengo mi propia memoria Todavía recuerdo a mi abuelo que fue militar y vivió aquella trágica Guerra Civil cuando los nietos le preguntábamos que nos contara experiencias de esa vivencia y como guardaba silencio y bajaba la mirada cargada de tristeza, como intentando desviar los pensamientos que le atormentaban de aquella tragedia fratricida. También recuerdo cómo mis padres intentaban con el mayor esfuerzo sacar adelante y darnos educación y futuro a cuatro hermanas.
Recuerdo que no había ningún problema con la ideología de género, todo está asumido y la libertad era nuestra más preciada bandera. También recuerdo, como era normal que se hablara de democracia y la ilusión que nos hacía ir a votar por primera vez cuando cumplimos la mayoría de edad. No sé ustedes, pero yo ya estoy cansada de tanta Memoria Histórica, de tanta manipulación y tanto adoctrinamiento de este Gobierno Social Comunista.
Todo aquello era lo más normal, era lo que conocíamos y éramos felices. ¿Qué nos ha pasado?
Fíjense que, hasta el 23F me resulta lejano, sé lo que he leído y visto en reportajes en TV. Y, por supuesto, la importancia que tuvo y el peligro que supuso para nuestro estado de derecho. Hasta hemos vivido los atentados de ETA que, desde su creación en 1968, ha asesinado a 850 personas. Y yo me pregunto ¿acaso no merecen los familiares de estas víctimas más respeto y más memoria digna, ante el cruel espectáculo que está dando el actual Gobierno del Sr. Sánchez, permitiendo homenajes a asesinos y concediendo ventajas penitenciarias? ¿Qué pensaran esos familiares al ver al Sr. Otegui sentarse en el Parlamento Nacional apoyando las decisiones de este Gobierno? Pero claro, los que nacimos en democracia y hemos madurado con ella, nos cuesta comprender cómo es posible que el actual Gobierno nos intente “vender” una nueva Historia, cargando odio y radicalismo en los más jóvenes, que al mismo tiempo son los más fácilmente manipulables.
Mi verdadera memoria, la centro en los casos vividos, como los atentados del 11 de Septiembre del 2001 en EEUU, los atentados de Atocha en Marzo del 2004, la corrupción política tanto del PP como del PSOE y más reciente, las mentiras del Sr. Sánchez en plena campaña electoral, donde negó varias veces su intención de pactar con separatistas y la izquierda radical y que ahora estamos sufriendo con un Gobierno que ha tirado por la “borda “ todos los principios y valores que nos mantenía unidos y ahora ponen en peligro.
¿Quién me puede borrar de mi memoria el sufrimiento de las experiencias de la reciente pandemia? ¿Cómo podremos olvidar los que se fueron solos sin compañía en las residencias de ancianos? Pues esa es mi otra memoria y que nadie me intente manipular, con historias que no he vivido y que ya bastante tuvieron nuestros padres y abuelos en vivirlas y sufrirlas y que en el 78 decidieron ofrecernos un nuevo escenario de paz y concordia.
Muy buen articulo , se puede decir más alto ,pero no más claro .