Que la izquierda en España está consentida y no sabe aceptar la derrota es conocido por todos, que no tiene límite en su sed de revancha guerracivilista, que no hay fondo en su pozo por sangrar las heridas del 36 al 39 y cual sanguijuelas inyectan anticoagulante en la memoria de unos y otros para que no se lleguen a cerrar no sea que pierdan capacidad de herir a la mitad de los españoles.
No contentos con no dejar reposar a Francisco Franco en el Valle de los Caídos, también se dedican a remover a los represaliados en busca de los “suyos”, aunque no siempre les sale como ellos quieren y esos hallazgos no se dan a conocer tanto como cuando se les da la razón. Y es que están malcriados si no les salen las cosas a su favor se vuelven violentos. Queman contenedores, rompen escaparates, queman vehículos… todo un despliegue de violencia que no suele cesar hasta que se les consiente un poco. La izquierda, malcriada para que no se queje, para que no sea tan violenta y dañina alcanza objetivos a base de extorsión y manipulación. Y todo es libertad de expresión mientras sea de su interés, cuando no lo es… se trata de fascismo o cualquier otra barbaridad.
Por suerte, cada vez somos más los que no tenemos complejos, los que no tenemos miedo a nada ni a nadie y avanzamos con paso firme por en medio de esta horda de desarrapados e incompetentes que se dejan manejar por los líderes que se tornan más dictadorzuelos y pijos de polígono cuanto más alto ascienden a base de engañar y pisotear a la plebe. Han vendido el discurso de políticos por y para el pueblo, pero la gente del pueblo se está desengañando, ya no les creen. Que con el discurso de odio eterno y rencor de la izquierda no se puede estar toda la vida, que la Guerra Civil terminó y nuestros abuelos fueron capaces de perdonar y seguir adelante, ¿cómo no los vamos a respetar nosotros? Nosotros, que somos los herederos de su esfuerzo, me parece que no somos justos al desenterrar esa ira y ese resentimiento para con el vecino sólo por sus ideas. Gran tolerancia y empatía demuestran…
Nosotros que hemos sido criados en tiempos de paz, no estamos habilitados para crear un bucle espaciotemporal en el que no se deje descansar a los antepasados. Pero esta situación les conviene a las izquierdas, hacerse los perdedores eternos, los resentidos, los “pobres desdichados” es un papel que saben aprovechar cada vez que algo no sale a su favor. Y gritan, ponen en marcha la maquinaria mueve masas sin cerebro que no se molestan en pensar o cuestionar las situaciones, ellos simplemente van a lo que les dicen. Si todo ese esfuerzo se empleara en crecer, aprender, pensar, evolucionar y trabajar, España sería una tierra capaz de todo. Tenemos el mejor clima, recursos sin aprovechar, tierras sin cultivar, agua para compartir…solo hay que pensar con la cabeza y estar centrados, pensar como una nación y no como 17 mini reinos de Taifas, así seríamos más fuertes.
La educación y el saber estar no se deben perder en un mundo al revés que está enterrando los valores y las tradiciones al servicio de la globalización mundial por la que nos arrebatan la esencia única, la identidad; nos debilitan para así tenernos comiendo en la palma de su mano ¿a base de paguitas? ¿sin oficio, ni beneficio? Habrá que pensar quién saca beneficio de esta situación, pues nadie da nada gratis.
Polifacética ante todo, curiosa, autodidacta, responsable en VOX, fisioterapeuta autónomo de profesión…todo es susceptible de aprendizaje y solo fracasas si no lo intentas.
«Es más importante la dirección que la velocidad»
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