Las dos selecciones más fuertes han llegado a la gran cita de este domingo. El Mundial de fútbol tendrá una final entre potencias, entre continentes y también entre eras. Leo Messi y Kylian Mbappé se citan en Losail para pelear por la dinastía del fútbol mundial con motivaciones muy diferentes.
Francia llega a la final con un camino lleno de piedras. Tras dejar en la cuneta a Inglaterra en cuartos, se las ha tenido que ver con la gran revelación del Mundial. Marruecos fue un hueso duro, pero Mbappé y Griezmann están liderando a los Bleus, que sin un juego brillante han conseguido plantarse a un solo partido de hacer historia repitiendo título y coronando a la mejor generación de su historia.
Enfrente estará la Argentina de Leo Messi, que ha demostrado una solvencia en las eliminatorias que le permite soñar con su tercera corona. Leo Messi busca con ella reivindicarse como el mejor de la historia y saldar su deuda pendiente con los argentinos. Tras eliminar a Holanda lloriqueando por el arbitraje (bastante bueno) de Mateu Lahoz, pasaron por encima de Croacia para citarse con los galos el domingo.
Y antes, el sábado, un partido de lo más interesante. Croacia y Marruecos se juegan el bronce mundialista en un encuentro que servirá para rendir tributo mundial a don Luka Modric y comprobar el listón final de la mejor selección africana en una fase final. Un encuentro con muchos alicientes. Así se cerrará el mundial de las sorpresas, del fuera de juego de milímetros y de los estadios medio vacíos, hasta 2026, donde Norteamérica promete mucho espectáculo.
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