Muchos ponen al Real Madrid Club de Fútbol como el mejor equipo del fútbol. El, posiblemente, más laureado de la historia y el que conquista Europa, pero ¿sería lo mismo si no tuviese una buena economía? Muchos corroborarán que son los mejores por sus títulos, pero está claro que esto se debe en cierta manera a su condición de equipo rico.
Esto mismo que le sucede al Real Madrid también les pasa a los equipos que tiran a base de talonario dentro del fútbol europeo. Entre todos ellos destacaría al PSG o Manchester City que son los claros dominadores en sus ligas, o lo mismo que le sucedía al Chelsea de Abramovich años atrás.
También podemos encontrar el caso del Bayern de Múnich, situación pareja a la del Real Madrid, ya que no fue comprado por ninguna entidad, pero sí tienen dentro de su directiva a alguien multimillonario. Con esos privilegios es normal que se aspire o consiga con gran asiduidad títulos tanto nacionales como internacionales.
Desde mi punto de vista, no es lo mismo una Champions obtenida por el Real Madrid o Manchester City, que si la gana un equipo que cuenta con mayores limitaciones como, por ejemplo, el Valencia. El conjunto Ché o incluso sus vecinos del Villarreal llegaron a eliminatorias clave que casi logran obrar la gesta de conseguir un título. Lo vería tan meritorio como si el que lo ganase fuera la Real Sociedad.
Los clubes que cuentan con grandes poderes adquisitivos considero que se ven obligados a ganar todos los campeonatos nacionales en los que participen. En España, sobre todo, equipos como el Real Madrid y el Barcelona. Que al primero se le escape la liga pienso que es un fracaso para los de Carlo Ancelotti.
Además, ayer se llevaron un serio correctivo en la vuelta de semifinales de Champions. El Manchester City le endosó cuatro goles mientras que ellos no metieron ni tan siquiera uno. Es injusto que el fútbol por culpa del talonario pierda su pureza y sin pureza no existe la igualdad.
En la actualidad, solo hay dos opciones; ser rico y pelear por títulos o no serlo y tener que vivir de la chulería de los equipos adinerados por sus títulos. Por culpa del capitalismo en el fútbol las grandes empresas futbolísticas e instituciones se están cargando este magnífico deporte.
El balompié de ahora muchas veces aburre. Todo ello se debe a que no da opciones a otros conjuntos a que puedan competir en igualdad de condiciones con clubes ricos. Lo triste es y por siempre será, me temo, que los equipos valdrán más o menos dependiendo del número de títulos que tengan en sus vitrinas y por el número de ceros que tengan los de la directiva en su cuenta corriente.
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