Ojalá, anoche Alejandro Sanz hubiese dado un concierto y el público estuviese cantando una de las canciones más famosas del pop patrio. Ojalá, España tuviese una buena mano en la partida geopolítica actual, como recordó hace unos días Netanyahu. Ojalá fuesen muchas cosas, pero no lo son.
La realidad es que la última edición del Informe PISA, no solo dice que la educación no funciona, sino que ha empeorado. Algo que debería de ser preocupante, simplemente será portada de los periódicos uno o dos días, porque la realidad es que a nadie le importa y si lo hace, es porque quizás interesa tener una sociedad con un nivel cultural bajo, por decirlo educadamente, con el fin de que el rebaño sea más fácil de manejar.
No es la primera vez, ni será la última, que desde Minuto Crucial se habla de este asunto. ¿De qué sirven estar todo el día hablando de la amnistía, si el ciudadano desconoce su significado? ¿Para qué dar bonos culturales si quien lo recibe no es capaz de sacar el porcentaje de un precio cuando va a utilizar dicho bono? ¿Por qué tanta supuesta preocupación por el paro juvenil cuando por internet circula un vídeo de un joven refiriéndose a Don Quijote como un “jambo al que le dan venazos”?
Que España es asidua al vagón de cola de educativo es un hecho y no es nuevo. Algún día, quizás a algún ministro de la materia le dé por irse a esos países que encabezan las listas, a los que muchas veces, sorprendentemente, se les mira por encima del hombro y preguntar qué políticas formativas ponen en marcha en vez de estar continuamente publicando LOES, LOMCES… que sirven para muy poco. En cualquier caso, la comparación internacional es irrelevante, o eso es lo que tratarán de hacer ver; al fin y al cabo, todos o casi todos los países han bajado algún puesto y, una vez más, la pandemia es la culpable todo.
Lo que escuece un poco más es cuando se miran los resultados de puertas hacia adentro; Cataluña y País Vasco perdiendo puntos de forma alarmante. Serán los expertos quienes deberán de sacar sus conclusiones y ponerle freno, pero quizás el despiadado uso político y partidista que se le está dando a algo tan cultural como una lengua propia, tenga algo que ver, y no lo dice una servidora. En cualquier caso, desde el ejecutivo catalán han tardado poco en buscar un culpable: la inmigración. Imagínese si esa explicación a semejante descalabro saliese de la boca de algún otro. Quizás el señor secretario de Políticas Educativas de la Generalitat desconozca que en la Comunidad de Madrid también la multiculturalidad es un hecho y les sacan unos cuantos puestos en el ranking de PISA.
Y con respecto a Euskadi… pues eso, que bastante tienen con lo que se avecina a la vuelta de la esquina como para preocuparse de proyectos educativos. O sí que deberían. Una comunidad con un presupuesto en educación tan alto, aunque nunca es lo bastante tratándose de ello, debería de pensar que quizás ese amenazante vuelco electoral tenga algo que ver con la educación que están recibiendo los jóvenes que, al fin y al cabo, son lo que votarán y serán votados el día de mañana.
De todas formas, como se ha escrito más arriba, esto es noticia de un par de telediarios y ahora viene un puente de esos que hacen a la sociedad olvidarse de los problemas cotidianos. Al fin y al cabo, a quién le importa si dos y dos son cinco o El Quijote lo escribió Goya. Siempre estarán Nadal y compañía para pisar fuerte porque, si hay que depender de ciertos “jambos”, el pisotón nos lo podemos llevar nosotros.
Lo peor es que no conocen nuestra historia