
Esta semana toca hablar de Sirat: Trance en el desierto, una película que aborda una variedad de temas relacionados con la vida cotidiana, como la familia, las desgracias, las pérdidas físicas y personales, así como los malos hábitos del ser humano. También explora conductas peligrosas y las graves consecuencias que estas pueden acarrear.
Queridos lectores de Minuto Crucial, puedo aseguraros que con este filme daréis más de un salto en el asiento. Y, una vez finalice, os invitará a reflexionar sobre lo que realmente importa en la vida, dejando a un lado lo material y la superficialidad. Tras verla, probablemente valoraréis más aspectos esenciales como la comida, el agua y, por supuesto, la vitalidad del ser humano.
La trama de Sirat: Trance en el desierto gira en torno a un hombre llamado Luis que, acompañado de su hijo Esteban, llega a una rave perdida en las montañas del sur de Marruecos con la intención de encontrar a su hija Marina quien está desaparecida. A mi modo de ver, los personajes están profundamente desorientados, marcados por una vida desafortunada, lesiones físicas y un constante malvivir. Al mismo tiempo, se adentran en un mundo de música electrónica y libertad, en su desesperada búsqueda de su familiar.
Padre e hijo, impulsados por la desesperación, se sumergen en la atmósfera de la rave, lo que los aleja de su vida cotidiana y los introduce en un ambiente de fiesta y búsqueda. Paso a paso, reparten la foto de la niña desaparecida con la esperanza de encontrar alguna pista o información que los conduzca a descubrir la verdad sobre lo ocurrido y, finalmente, a localizarla.
Sirat: Trance en el desierto traza la delgada línea entre la vida real y la virtual, mostrando cómo un evento inesperado puede transformar por completo la perspectiva de un grupo de personas y empujarlas hacia una nueva forma de vivir. La película nos invita a experimentar en carne propia la angustiosa búsqueda de un ser querido, reflejando la desesperación y el esfuerzo que implica hacerlo en un entorno inhóspito y desconocido.
La música predominante en la película es la electrónica, en particular el trance, un subgénero caracterizado por su ritmo acelerado, melodías generadas por sintetizadores y un sonido diseñado para inducir un estado hipnótico -de ahí el nombre del género- en el oyente. Por lo general, el trance se sitúa en un rango de tempo que oscila entre los 125 y 150 BPM.
Por otro lado, estar en trance significa encontrarse en un estado de semiinconsciencia, en el que la persona se desconecta parcialmente de su entorno y responde de forma selectiva a ciertos estímulos externos. Es una especie de “viaje al inconsciente” o una “experiencia transformadora”. Este estado puede ser inducido por diversos medios, como la meditación, la hipnosis, los rituales e incluso el consumo de sustancias estupefacientes.
Además, el trance puede manifestarse de diversas formas, que van desde un estado de profunda relajación y concentración hasta experiencias más intensas y psicodélicas. En algunos casos, la persona puede experimentar alteraciones en la percepción del tiempo y el espacio, así como acceder a información o sensaciones que normalmente permanecen fuera del alcance de la conciencia.
Para terminar, y volviendo a la película, quiero remarcar un detalle crucial: Sirat: Trance en el desierto, lejos de resultar monótona por el tiempo que dedica a la música dentro de la rave, logra hacernos reflexionar sobre el valor de nuestra propia vida. Nos invita a apreciar lo que aún conservamos tras haber perdido a personas en el camino, dejando en segundo plano los aspectos más superficiales de la existencia. También nos recuerda la importancia de no descuidarnos ni un solo segundo cuando estamos al cuidado de un menor, así como el valor fundamental del trabajo en equipo en situaciones de supervivencia. Lo dicho: os animo a que veáis la película porque realmente merece la pena; muestra gran parte de lo que es la vida misma.

Actriz de cine y teatro contemporáneo y musical, maestra de primaria en activo y actualmente formándose en canto(voz contralto).Nacida en Madrid el 18 de agosto de 1975,pasó su infancia en Ciempozuelos y juventud en Chinchón, actualmente reside en Valdelaguna.
Algunos trabajos son en figuración especial en Asteroid City y figuración normal en Campeonex.
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