Derecho a la vida y, ¿derecho a morir?

La ley Orgánica 2/2010, fue una victoria para muchos. Desde un prisma del “progreso” ya se estaba permitiendo abortar con más libertad qudurex intense vibrations ring nike air jordan mid aguilas cibaeñas jersey philadelphia eagles kelly green jersey saldi marella lingerie super sexy air jordan 1 low flyease nike air jordan mid luvme human hair wigs nike ispa 270 custom paintball jerseys yeezy grigie 350 bouncing putty egg lingerie super sexy geox sito ufficialee su anterior ley socialista conocida como ley de “casos y supuestos”. Lo cierto es, que la masa siempre va a seguir su ideal de justicia social y libertad, sin pararse a mirar lo que realmente les afecta.

Los términos, el lenguaje, las preguntas sobre nuestros derechos es primordial para entender a nuestra sociedad. Lo que muchos no saben, desconocen o no quieren saber es que esta ley permite abortar a personas con síndrome de Down, que un gran porcentaje de los abortos proviene de un umbral de riqueza escaso en la unidad familiar, que no existe una planificación familiar, ni una alternativa pro-vida.

Que nuestro Código Civil le reconozca derechos patrimoniales al no nacido, pero no tenga el derecho a la vida que tanto se jacta nuestra Constitución y nuestra clase política de defender, es deleznable. El tema de la vida para muchos puede ser polémico, para Lakoff, el tema del aborto suele ser una causa muy marcada y no existe un cambio a un lado u a otro. Quién suele ser próvida, lo suele ser siempre, al igual que la parte pro aborto.

El tópico del aborto tiene un trasfondo mucho más amplio de lo que nos venden, no es el mero hecho de “decidir” puesto que con esa falacia, se ocultan temas más fangosos como la natalidad, el concepto de familia, la validez de una vida, el calificativo de una vida y la protección de la misma en una sociedad. La comunidad Europea – que no Unión- hemos pecado de infantilismo, utilitarismo social y pasar de ser un “ser” con proyectos de futuro, a un “ser superficial” que poca importancia le da a la Ley natural y a un Derecho humano tan básico como es el derecho a la vida.

¿Existe el derecho a vivir?

A priori y dejando las cuestiones lesivas a un lado, el Derecho a vivir en España existe pero no se asegura. Es decir, volvemos al principio. ¿Tiene un niño con síndrome de Down derecho a vivir en España?. La respuesta recae sobre la “decisión” de los progenitores, por tanto no existe un derecho a la vida pleno, puesto que esta decisión está condicionada. Diversos estudios, muestran que la tasa de aborto a niños con Síndrome de Down es mucho más alta que las demás. El problema no radica –necesariamente- en el aborto en sí, sino como se regula para proteger vidas y a su vez, que la persona que venga no sea un “problema”. Para respondernos a esta cuestión debemos partir de una base educativa.

Sí en el colegio, no se educa en Derechos Humanos y en ayudar a las personas más débiles de esta sociedad, nos encontraremos ante una generación superficial e hipócrita. El mejor ejemplo, es cuando se estrenó la película de “Campeones”, ejemplo de superación. Cuando le entregaron el Goya, muchos aplaudían, pero esos aplausos esconden una pasividad para cambiar la ley y la sociedad para que las personas con diversidad funcional sean aceptadas o para que todo “o que el darwinismo califique de débil’’, sea socorrido.

Como vemos y para no desviarnos de la pregunta, el derecho a vivir está condicionado. Nos ponemos en otra tesitura, la ley te dice que tienes 3 meses para decidir sí abortar o no, pero la ley no ahonda – ni siquiera en la práctica – a relatar la maleza física y psicológica que provoca el aborto, tampoco te ofrecen una alternativa económica, familiar o te hacen una ecografía para ver lo que tienes dentro. En Europa al menos, se ha ganado ciertas batallas que en otros lugares del mundo están perdidas, como por ejemplo el aborto con una especie de aspiradora que utiliza Planet Parenthood.

Está claro que el Derecho a vivir no sólo se cuestiona la libertad del aborto, sino también se cuestiona un tema muy controvertido como es la eutanasia. Hay un distintivo; no es lo mismo la eutanasia, la muerte digna y el suicidio asistido. La eutanasia se enmarca en un espectro de la decisión del paciente para acabar con su vida en una enfermedad. La muerte digna, es aquella doctrina que mediante sedación, puede acabar con la vida del paciente que tiene unas escasas posibilidades de vivir. El suicidio asistido es lo más decadente que se puede llegar en una sociedad y su propio nombre lo indica; la posibilidad de suicidarte con el amparo del Estado. Entonces el dilema de vivir se encuentra enquistado en…

¿Derecho a morir?

EL PSOE y Podemos, están pidiendo desde la tribuna del Congreso de los Diputados una ley de eutanasia. El PSOE tiene unas andaduras muy conocidas, y es que, al igual que con el tema del aborto, harán lo mismo. En 1985 aprobaron una ley de casos y supuestos que a priori defendía la vida, esto no era más que un paso previo a la ley del 2010 que ya permitía los 3 meses. La ley de la eutanasia no es más que una vía a un suicidio asistido en el futuro como ocurre en otros países.

Hay una pregunta que debemos hacernos llegando a un extremo de libertad individual, ¿Sí una persona quiere acabar con su vida, tiene el derecho a hacerlo? Sí la afirmación es positiva, debemos de mirar a qué tipo de sociedad queremos llegar, una sociedad con más libertad individual, pero con un valor de respetar y ayudar al débil, o en cambio, una sociedad de leones y gacelas dónde el fuerte se va a comer siempre al débil. El suicidio asistido, jamás debe de estar como una opción y tampoco debería de gozar de reconocimiento, en cambio debemos cambiar la atención primaria, debemos de ir hacia una sociedad de “ciudadanos” dónde nos importe la salud mental de las personas.

La deriva de los partidos políticos a hacer lo que la gente quiere oír, es peligrosa, se debe concienciar de que la eutanasia no es el camino para enfermedades graves o inclusive terminales, la muerte digna entre otras, puede ser una solución viable para cuando la situación se complique, aunque otros partidos políticos juegan con eso. Podemos recientemente subió al Facebook un vídeo dónde se veía a un señor que quería acabar con su vida porque estaba sufriendo, aquí Podemos hizo alarde de la necesidad de la eutanasia, lo cierto es que no se explora más allá de la eutanasia y no se quieren “ver” vías alternativas a estos problemas, Podemos se llena la boca de Derechos humanos pero después, abanderan el aborto libre y la eutanasia libre.

Si queremos vivir en sociedad, debemos de ser libres individualmente y conscientes colectivamente. La caridad, el amparo hacia el más débil, los cuidados hacia personas que socialmente son “inútiles”, debe ser el mayor reto que tengamos en nuestra sociedad.

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