Yo discrepo

El Derecho natural, son un conjunto de valores o principios que se encuentran en la naturaleza y conciencia del hombre. El Derecho natural es por tanto universal y eterno, anterior a todos los demás y sagrado. Tanto Platón como Aristóteles, creyeron y postularon la existencia de tres derechos fundamentales que eran intrínsecos al hombre: el derecho a la vida, el derecho a la libertad y el derecho al pensamiento.

Son derechos inherentes al hombre, individuales de cada uno y nadie tiene que dárselos, porque le pertenecen por derecho propio. Un hombre no es tal si no tiene y disfruta de esos derechos, y aunque son suyos de nacimiento, los hombres han debido de luchar por conseguirlos y conservarlos desde el principio de los tiempos, pues nada gusta más a un tirano que arrebatar esos derechos divinos, porque al hacerlo pasa a convertirse en su nuevo Dios.

Un hombre con miedo a mantener su integridad física, a pensar libremente y a hacer lo que quiera con su vida asumiendo las responsabilidades de sus actos, no es un hombre, es un esclavo, y a eso vamos. Se le llama «cultura de la cancelación» pero realmente es censurar, acallar y hacer desaparecer todo lo no que quieren ver y oír.

“El progresismo”, nuestra nueva religión de Estado, empezó en 2016 con un pucherazo fallido tras unas cortinillas en Ferraz, (que cutre todo, oiga) y claro, ahora que miramos con la perspectiva del tiempo, vemos que de esos mimbres no podíamos esperar otro cesto, pero no es específico de España, no, se ha instaurado en el mundo entero.

En nombre del «progresismo», todo puede ser pisoteado y destruido, nada está por encima de el, es nuestro nuevo Dios, y los diferentes líderes políticos y medios sus profetas. Ellos dictarán, en nombre del bien común, que es aceptable para vivir y morir, que es lícito hacer y decir y hasta que puede pensarse…lo harán por nuestro bien, que duda cabe, tenemos que ser salvados y redimidos. Debemos, sin rechistar siquiera, renunciar a nuestros derechos inherentes como individuos sagrados, en post de un bien colectivo y superior, el «progresismo», si no, serás cancelado.

No nos equivoquemos, esto no es más que la manta mugrosa bajo la que quieren tapar nuestra forma de vivir, nuestra libertad individual y nuestro libre pensamiento, bajo una mal entendida tolerancia y una falsa convivencia. En pos de la tolerancia, calla; Para no crispar, no hagas; Y por una feliz convivencia no discrepes… si osas hacerlo se te acusará de facha, machista, racista, transfóbico y lo que vaya surgiendo en el Santo tribunal de la progrez supina, y correrás con las consecuencias, ellos señalan y otros disparan, y además argumentaran que lo mereces, por provocar.

Lo podrán vender como quieran, pero silenciar y maniatar a quién piensa otra cosa distinta a ti y despojarlo de sus derechos naturales por «salvar» la convivencia y llamarlo progreso, es como decirle a tu vecino, al que cada día le tiras tu basura a su patio, que no denuncie por mantener el buen rollo de la comunidad, y que si lo hace estará crispando, y lo mismo se lleva un puñetazo porque lo merece, por «poco moderado». Tengo derecho a la vida y a la integridad física, a la libertad y a pensar y discrepar lo que quiera, no tengo que pedirle permiso a nadie para hacerlo.

Nada tiene una persona que valga más que la libertad, sepan ustedes lo que se están jugando en este juego de trileros, con palabras no aptas para diabéticos y frases de mr. wondenful… porque son sus derechos naturales los que están en juego, suyos desde que nace y no otorgados por otro hombre, pero todo el trabajo que cuesta conservarlos es inversamente proporcional, a lo poco que cuesta perderlos, y sin ellos, esclavo eres. Mira que es lo que no puedes criticar y te enseñaré a tu amo.

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