El próximo lunes 4 de enero, la Corte de Westminster en Londres tomará la decisión final sobre la petición de extradición a Estados Unidos de Julian Assange, el fundador de WikiLeaks. Este hecho está directamente relacionado con la guerra política entre Donald Trump y el «estado profundo» imperialista norteamericano y británico, con la relación entre Estados Unidos y Rusia y, en última instancia, con la paz mundial. Os cuento la historia, que es de película…
Desde hace más de 200 años, la obsesión de las grandes familias de la banca europea ha sido la conquista de Rusia, el país-imperio más extenso del mundo, lleno de recursos naturales y que no habían logrado someter a su sistema de dinero-deuda con interés. Lo intentaron con Napoleón, lo intentaron con la Revolución Rusa, lo intentaron con Hitler y siempre fracasaron…
Y después de la Segunda Guerra Mundial, crearon la OTAN, cuyo propósito era, según las palabras de su primer Secretario General, el británico Lord Hastings Ismay, «tener a Estados Unidos dentro, a Alemania abajo y a Rusia fuera». Es decir, la OTAN es una alianza militar creada contra Rusia, no contra el comunismo… La prueba es que, una vez que cae el régimen comunista soviético, la OTAN no sólo no desaparece, sino que se refuerza aún más, integrando a los países del este de Europa y cercando a Rusia con bases militares.
Pero en 2016, cuando las élites bancarias, imperialistas y psicópatas de Occidente están ya plenamente dispuestas a desatar la Tercera Guerra Mundial (y tal vez el Armagedón nuclear) en el teatro de operaciones sirio y cumplir por fin con su viejo sueño de someter a Rusia, de repente, aparece un millonario excéntrico en Estados Unidos que dice que quiere ser presidente, que quiere desmantelar la OTAN y las bases y que quiere llevarse bien con los rusos… Algo que ya había intentado John F. Kennedy más de 50 años antes y que le costó la vida.
Saltan todas las alarmas en el imperio y ese millonario, que responde al nombre de Donald Trump, se convierte en el enemigo público número uno y todos los medios de comunicación de la zona OTAN se lanzan a una feroz campaña de propaganda de guerra contra él. Sin embargo, y contra todo pronóstico, Trump gana las primarias del Partido Republicano y se convierte en el rival de Hillary Clinton a la presidencia. Y es en este punto de la historia donde aparece Julian Assange…
Durante la intensa campaña electoral entre Trump y Clinton, WikiLeaks publica más de 44.000 correos electrónicos filtrados del Comité Nacional Demócrata y otros 30.000 de la propia Hillary Clinton durante su etapa como secretaria de Estado de la administración Obama. El periodista australiano John Pilger entrevistó a Julian Assange a una semana de las elecciones y le preguntó por esos correos. Vista en retrospectiva, la entrevista es demoledora…
En ella, Assange hablaba de cómo los correos de Hillary Clinton demostraban que el Departamento de Estado que dirigía cobraba millones de dólares a estados, individuos y corporaciones a cambio de favores políticos, un dinero que se canalizaba a través de la Fundación Clinton. También explicaba que la destrucción de Libia en 2011 fue un empeño personal de Clinton y cómo Arabia Saudita y Qatar financiaban su campaña electoral al mismo tiempo que al Estado Islámico. Por otro lado, los correos del Comité Nacional Demócrata destapaban las maniobras del partido para descabalgar a Bernie Sanders de las primarias demócratas en favor de Clinton.
En la entrevista, Assange también vaticinaba que a Donald Trump no le iban a permitir ganar, porque no contaba con el apoyo de ninguno de los grandes poderes estadounidenses. En esto último se equivocaba…
Trump toma posesión el 20 de enero de 2017 y repite el mismo mensaje: quiere desmantelar la OTAN y las bases, tener buenas relaciones con Rusia y reconstruir la economía de su país. Es entonces cuando las élites globalistas se inventan un cuento para atacar al mismo tiempo a Trump, a Assange y a Rusia: Trump conspiró con Putin para que unos hackers rusos robaran los correos del Comité Nacional Demócrata, los filtraran a WikiLeaks y “provocaran” así la victoria de Trump.
A pesar de que no hay la menor prueba de esa teoría, todos los medios de comunicación de la zona OTAN se dedican durante más de dos años a retransmitir hasta la saciedad esa mentira. Y como dijo alguien, «una mentira repetida mil veces se convierte en verdad».
Al mismo tiempo, se inicia una investigación del Departamento de Justicia sobre el ya bautizado como «Russiagate». Después de dos años de pesquisas, el informe definitivo de la investigación se publica el 24 de marzo de 2019, sin que se haya encontrado la más mínima prueba de una conspiración entre Trump y Rusia.
Muy al contrario, en esta otra entrevista de agosto de 2016, Julian Assange parecía insinuar que el informante que entregó esos correos electrónicos a WikiLeaks no fue otro que Seth Rich, un trabajador del Comité Nacional Demócrata que estaba muy indignado por las maniobras del partido contra Bernie Sanders. Rich fue asesinado de un tiro en la nuca en Washington D.C. el 10 de julio de 2016. La investigación “concluyó” que el móvil del crimen fue un mero atraco, a pesar de que a Rich no le faltaba ninguna de sus pertenencias…
Hace escasos días, se ha desvelado que los archivos del ordenador portátil de Seth Rich permanecen bajo la custodia del FBI. Sin embargo, no se tiene conocimiento de que el Departamento de Justicia y el FBI hayan investigado aún las alegaciones fundadas de que fue Rich y no unos hackers rusos los que entregaron esos correos a WikiLeaks.
Así que Rusia puede seguir siendo el enemigo hasta que Julian Assange aporte pruebas de lo contrario ante una comisión de investigación o un tribunal estadounidense, y ya se ha rumoreado que Trump le ha ofrecido a cambio el perdón presidencial.
Y es que, mientras los rusos sigan siendo los malos, Trump tendrá mucho más difícil restablecer las buenas relaciones entre Estados Unidos y Rusia. Y por eso, el destino de Julian Assange está unido al de Trump y a las posibilidades de establecer una paz duradera entre las dos mayores potencias nucleares del planeta…
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