Dentro del marco de la pandemia que afronta la humanidad, los diferentes Gobiernos conforme a su realidad cultural, social, político y económico han ejecutado medidas contra la crisis sanitaria, que por su impacto en la vida de los ciudadanos fueron puestas bajo la lupa, para finalmente considerarlas como “medidas erróneas”, “medidas inoportunas” o como simples “paliativos” que no resuelve el problema de fondo. Pero lo cierto es que aún no se ha dado en el punto del tablero para solucionar esta calamidad del Siglo XXI.
La Organización Mundial de la Salud- OMS el 11/03/2020 declara el brote de la COVID-19 como una pandemia al haberse extendido en más de cien países del mundo de manera simultánea. En el caso del Perú por Decreto Supremo 008-2020-SA del 11/03/ 2020, se declaró la Emergencia Sanitaria a nivel nacional, dictándose medidas para la prevención y control para evitar la propagación del Covid-19, la misma que fue prorrogada y acompañada mediante diversos Decretos Supremos: 020-2020-SA, 027-2020-SA, 031-2020-SA, 184-2020-PCM y 201-2020-PCM. Destacándose de entre las medidas que se dictaron el confinamiento obligatorio que se extendió a más de tres meses.
No obstante, la aparición de la variante SARS-CoV-2 del Reino Unido, que en su momento fue informado por la OMS debido a su mayor grado de propagación, despertó preocupación en el mundo. Dándose la confirmación de esta nueva variante en territorio peruano el 08/01/ 2021, trayendo como consecuencia que se dicte el Decreto Supremo 008-2020-PCM del 27/01/2021, que dispuso aprobar Niveles de Alerta por Departamento (Moderado, Alto, Muy Alto y Alerta Extremo). Es decir, se dispuso una nueva cuarentena focalizada y muy distinta a la primera.
Para graficar los efectos de las primeras medidas adoptadas dentro de un contexto de “ensayo y error”, que implicaron la suspensión de muchas actividades económicas, el cierre de las fronteras y una cuarentena obligatoria. Lo que terminó repercutiendo en el aumento del desempleo. Sobre esto último en el año 2020, la tasa de desempleo de Lima Metropolitana se ubicó en 13.0%, siendo 6,4 % más que el año 2019 (6,6%), en términos de cifras absolutas se estima que habían alrededor de 566 mil 600 personas que buscaban un empleo activamente en la Capital de República, en tanto en el IV Trimestre del año 2020, la tasa de desempleo se ubicó en 13, 8%, conforme datos del INEI.
Por otra parte, sin bien se ha prohibido todo tipo de reuniones: evento social, político, cultural u otros que impliquen concentración o aglomeración de personas, que pongan en riesgo la salud pública; estas disposiciones no han sido aceptadas del todo por la población, generando que ciertos grupos de personas salgan a las calles para protestar, ejerciendo así un derecho ahora restringido, como única salida para ser escuchados.
Es así como, a causa del reciente anuncio del Ejecutivo de ordenar cuarentena obligatoria en 10 regiones consideradas dentro del Nivel de Alerta Extremo (incluida la Capital), se convocó a través de las redes sociales una marcha para protestar contra este nuevo confinamiento debido a su impacto negativo en lo económico y laboral, haciéndose viral el hashtag #NoAlToqueDeQuiebra, concretándose esta convocatoria en las calles de Lima el pasado 30/01.
La responsabilidad de evitar el aumento de contagios causadas por el Covid-19, es compartida entre la población y en mayor grado por el Estado; pues los ciudadanos no salen a las calles a protestar sin justificación, lo hacen justamente por las malas políticas de los gobernantes, y porque en esta situación de pandemia el Estado no ha demostrado ser el mejor administrador de los recursos.
Pues se debieron dictar medidas acordes a la realidad económica y social del país garantizando la salud de las familias, fortalecer los programas de reactivación económica dirigidos a empresarios de la micro y pequeña empresa, y de gestionar políticas para evitar el colapso por completo del sistema de salud, las cuales hasta este momento todavía no han cubierto nuestras expectativas dejándonos en total incertidumbre. Esto ha traído como consecuencia un clima que para muchos justifica la salida a las calles en contra de este nuevo confinamiento.
Finalmente, ahora debemos preguntarnos si resultará oportuno en esta coyuntura que parece ser cada vez más confusa por la aparición de nuevas variantes de este virus, la exposición de grupos de personas protestando en contra de esta vuelta al confinamiento, en la que sabemos que si no se practican las medidas de protección necesarias contra el Covid-19 dictadas por el Gobierno, nos dejarían un futuro aún más incierto del que se esperaba venir. Es lucha de todos minimizar los impactos de la pandemia causada por el virus.
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