Sufragio efectivo, consciente elección

Se acercan las fechas de los comicios en México en donde se renovarán 21,368 cargos públicos, entre alcaldías, diputaciones, gubernaturas y juntas municipales, un proceso determinante para el momento social que estamos presenciando.

Ejercer la democracia real en México se ha tornado una misión prácticamente imposible. Desde hace ya algunas décadas, hemos venido posicionando a personajes, de los cuales se termina emitiendo por parte de los ciudadanos, un juicio desfavorable. ¿Cuántas veces nuestro amado país se ha topado con la sorpresa de sentirse traicionado por parte de ¨los elegidos”? Cuando somos espectadores inconformes de decisiones u omisiones que a todos nos perjudican, decisiones que, a todas luces, son desaciertos, y que además es prácticamente imposible en ese momento refutarlas, evitarlas o cambiarlas.

Esto mis queridos lectores, es EL GRAN SINTOMA de que la persona al mando, no nos representa. Por lo tanto, no fue elegido DEMOCRÁTICAMENTE. La democracia significa el PODER de y para el PUEBLO. Y para tener el poder, la DEMOCRACIA debe de contar con ciertos elementos, como en todo proceso de reclutamiento empresarial formal, se toman medidas para reclutar, evaluar objetivamente, seleccionar y una vez contratado el EMPLEADO, se le supervisa, evalúa, reconoce, bonifica, se le rescinde el contrato, según su desempeño y honestidad. En el caso de las selecciones de cargos públicos, se puede traducir como sigue:

Primero, el poder de elegir quien participa en la contienda (Preselección). Prácticamente, no participamos en la ¨preselección¨. Por ello, es interesante observar cómo los ciudadanos expresan su inconformidad cuando se publican oficial y extraoficialmente, los listados de los precandidatos, con una existencia actualmente infructuosa de partidos políticos. Para muestra un botón, pues se presentan frecuentemente diferencias entre sus miembros y además la alta tasa de migración de un partido a otro por parte de sus militantes. No es extraño ver como en cada contienda, las candidaturas van de una familia a otra, de un grupo de aliados de “negocios públicos” a otros. Generalmente, los mismas en los cargos de alto nivel jerárquico, aunque se presenten con diferente color. Preseleccionar al capital humano en base a un detallado análisis de sus capacidades, es indispensable, con ello se evita gastar recursos desde campañas para personas incompetentes hasta desempeños deficientes en el servicio público.

Segundo, el poder de elegir a quien se queda en base a la realidad, no a una seducción. Luego entonces, parte de la sorpresa que nos llevamos cuando observamos su desempeño, es porque nuestra ¨elección¨ obedeció a una seducción aplicada por el candidato antes o durante la campaña electoral, es equiparable metafóricamente a que el Gerente de Recursos Humanos contrate por el olor que despedía el candidato en el momento de la entrevista, por palabrería, sin revisar y corroborar el curriculum ni poner a prueba las capacidades del postulante. La seducción política es altamente peligrosa tiene costos elevados, pero en el momento en que ya se ¨contrató, ¿qué podemos hacer?

Tercero, el poder de regular las decisiones del funcionario una vez que asume el cargo. Carecemos de un sistema de evaluación, y supervisión. De tal modo que una vez posicionados, se facilita el hecho de que actúen en base a intereses propios. No nos es posible ¨rescindirles el contrato¨ revocar su mandato, evaluar si las promesas realizadas en campaña se cumplen, etc. Existen recursos de ¨DEMOCRACIA DIRECTA¨ para hacer valer nuestra voz y opinión como el plebiscito, el referéndum, iniciativa popular. Sin embargo, se requieren recursos económicos para poder ejecutarlas, reunir opiniones, firmas, consultar cuesta, y aún en el caso de que se consiguiera, la impresión de los ciudadanos no pasa a ser directamente una ley o una decisión irrefutable. Entre algunas de las materias no válidas de consulta, se encuentran la exclusión explicita de actos y decisiones de titulares o representantes del Gobierno; cuestiones fiscales, tributarias del erario: materias reservadas a la federación, etc. Por tanto, bajo estas condiciones, los mencionados recursos son limitados.

Aun sin poner en tela de juicio la posible corruptibilidad de los organismos independientes, sin mencionar el elevadísimo costo de un proceso electoral, o que las finanzas públicas no son las más saludables, el panorama que nos brinda la falta de democracia real es francamente desagradable.

Pongámonos metafóricamente en el papel del dueño empresario, gerente y preguntémonos si poseemos el poder real de ¨contratar¨ al personal adecuado, es vital para el buen funcionamiento de nuestra ¨gran empresa¨ llamada MÉXICO, en donde contamos con un CAPITAL INTELECTUAL INAGOTABLE, en donde los clientes internos y externos (nuestras familias y países vecinos) son los principales beneficiados o perjudicados. ¿Será posible MEDIANTE LOS RECURSOS DE DEMOCRACIA DIRECTA, proponer un proceso de contratación y evaluación integral publica? ¿Contamos con la apertura de los actuales titulares? Eso depende de su vocación y de su interés en aplicar el tan mentado PROGRESISMO, mismo que definen como apertura a las nuevas ideas, entonces abrámonos a las nuevas propuestas, que nos generen valor a corto y largo plazo.

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

2 Comments

  1. Todo tu trabajo dará muchos frutos feliz día del amor y la amistad con mucho cariño y te felicito por emplear este tipo de documental, e información

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*